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Una decena de testigos destacan la tranquilidad de Smith tras matar a sus hijos



    Girona, 19 jun (EFE).- Una decena de testigos, policías que acudieron al hotel de Lloret de Mar donde Lianne Smith supuestamente asesinó a sus dos hijos el 17 de mayo de 2010 han destacado la tranquilidad de la imputada tras acabar con la vida de los niños, en la segunda jornada del juicio que se celebra en Girona.

    Los agentes han explicado que Smith, que reconoció en la instrucción previa la autoría del crimen de sus dos hijos de cinco años y once meses, estuvo muy tranquila en la habitación donde se cometieron los hechos y que, incluso, se acicalaba en esos primeros momentos previos a la detención.

    En la sesión matinal del juicio han declarado también la empleada del hotel que se encargaba de la limpieza de la habitación de la acusada, así como la recepcionista.

    Esta última ha relatado como Lianne Smith hizo vida normal con los niños durante los días en los que estuvo hospedada y ha reiterado que estaba muy tranquila cuando acudió a ella para solicitarle que contactara con la policía y una ambulancia, sin concretarle todavía el motivo.

    El primer agente que llegó al hotel fue un guardia urbano de Lloret de Mar, quien ha explicado que Smith le hizo entrar en la habitación y, sin mediar palabra, le señaló las camas donde se hallaban los cuerpos de los niños, tras lo que el agente contactó con la comisaría para alertar de la gravedad de los hechos.

    La tranquilidad que presentaba en esos momentos la imputada ha sido la característica reiterada por todos los policías que han declarado, hasta el punto que alguno de ellos ha manifestado que "parecía que la cosa no iba con ella".

    Uno de los agentes ha asegurado que le impresionó "ver como tenía a sus dos hijos muertos enfrente" y oirle decir "que los había matado ella y estar tan tranquila".

    Otro policía ha explicado que, en la recepción, Lianna Smith estaba acicalándose constantemente el pelo" y estaba entretenida con un pañuelo que se ponía y quitaba de la cabeza.

    El juicio, en el que la fiscalía solicita 38 años de cárcel para la acusada y la defensa reclama la absolución, está previsto que siga esta tarde con nuevos testigos.