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Los sindicatos desconvocan las protestas en las cárceles a la espera de otra reunión
Según han explicado Xavier Martínez, portavoz de UGT, sindicato mayoritario en el sector, los delegados sindicales que se encerraron anteayer en la sede de Servicios Penitenciarios han pasado su segunda noche en el edificio tras la reunión de ayer por la tarde con la administración, que comportó algunos avances en la negociación.
Martínez sostiene que la reunión de ayer marcó un punto de inicio para el diálogo que, sin ser "esperanzador, da cierto margen de confianza" en que en los próximos días se pueda lograr un acuerdo entre ambas partes.
También el Departamento de Justicia, a través de una portavoz, sostiene que en la reunión de ayer se produjeron algunos "avances" en las conversaciones, aunque la negociación sigue abierta y se reanudará.
Los sindicatos mantienen su encierro en Servicios Penitenciarios, apoyados desde fuera por un centenar de funcionarios concentrados, y esperan que a lo largo del día la administración les convoque a una nueva reunión negociadora, aunque no tienen garantías de que eso ocurra hoy o en los próximos días.
Para apoyar las conversaciones, los sindicatos -UGT, CCOO, CATAC y CSIF- han desconvocado todas las movilizaciones en las cárceles, por lo que no están previstas concentraciones frente a las prisiones ni bloqueos como el de ayer en la prisión de Quatre Camins de La Roca del Vallès (Barcelona).
Sólo se mantienen las concentraciones frente a la sede de Servicios Penitenciarios y se ha convocado para este mediodía una marcha desde allí hasta plaza Catalunya, protesta con la que se pretende presionar al Departamento de Gobernación, que según los funcionarios es el que está bloqueando el acuerdo.
Los delegados sindicales insisten en que, por su parte, están desconvocadas todas las movilizaciones en las prisiones, aunque no se consideran responsables si grupos de funcionarios emprenden alguna protesta por su cuenta.
De hecho, funcionarios de algunos centros penitenciarios están todavía secundando la huelga de celo que se convocó ayer, en la que se aplica de forma estricta el reglamento y se realizan cacheos y controles exhaustivos, lo que contribuye a ralentizar el funcionamiento de las prisiones.