Los dos últimos años han sido claves para el avance de la inversión responsable. Por un lado, la Comisión Europea puso a rodar su Plan de Acción de Finanzas Sostenibles, con el objetivo de canalizar los flujos hacia las actividades verdes. Por otro, el Covid-19 situó en el foco las necesidades sociales. Consulte más artículos sobre sostenibilidad en elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Con este escenario, no es de extrañar que los flujos de capitales hacia estrategias sostenibles no hicieran sino dispararse. Pero al mismo tiempo, la pandemia, de igual modo que ha impactado en diversos ámbitos de la actividad empresarial, también ha lastrado los avances en sostenibilidad en el seno de las empresas.
Es lo que se desprende del informe Comunicando el progreso 2021: el reporting empresarial como instrumento para una recuperación sostenible, elaborado por el Pacto Mundial de Naciones Unidas. En palabras de Cristina Sánchez, directora ejecutiva del Pacto Mundial en España: "Las empresas españolas continúan reportando avances positivos en torno al área de medioambiente [...]. Sin embargo, el trabajo de las empresas en otras áreas se ha frenado significativamente, impactando sobre el progreso de cuestiones vinculadas a los derechos humanos, las normas laborales y la lucha contra la corrupción". El documento analiza los avances de las compañías de este país en esas tres áreas que menciona Sánchez, así como en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Solo el 13% de las empresas españolas adheridas al Pacto Mundial cuenta con una política específica sobre derechos humanos, frente al 18% en 2020, "lo que demuestra que aún queda un importante margen de mejora", enfatiza Sánchez. Si nos fijamos en las empresas del Ibex 35, el dato mejora considerablemente, eso sí: está en el 74%, frente al 71% de 2020.

Si nos centramos en el bloque de normas laborales, mejora la implementación de acciones en materia de no discriminación, que se llevan a cabo en el 100% de compañías del Ibex. Pero, al plantear esa misma cuestión al conjunto de empresas españolas, el resultado es mucho peor: el porcentaje ha caído al 71% en 2021, desde el 80% de 2020.
El estudio también destaca que el 100% de las empresas del Ibex cuenta con códigos de conducta para abordar la lucha contra la corrupción, pero que solo el 65% del conjunto de empresas patrias tiene uno (otro indicador que empeora, ya que en 2020 eran el 71%).
Las alegrías vienen de la mano de la E de ESG (acrónimo que hace referencia a las cuestiones ambientales, sociales y de buen gobierno). El 61% de empresas españolas cuenta con una política medioambiental, un punto porcentual más que en 2020. En el Ibex, son el 91% (este dato no ha mejorado respecto a 2020). La proporción de empresas que se han fijado un objetivo de reducción de emisiones de CO2 mejora, entre las empresas del índice, desde el 77% hasta el 83% (pero cae en el conjunto de corporaciones del país, desde el 75% al 67%).
Para extraer sus conclusiones, el informe ha analizado las memorias de sostenibilidad de las compañías del Ibex, además de nutrirse de los resultados de la consulta anual que realiza el Pacto Mundial a las compañías sobre estas cuestiones.