ACS y Mundys, la antigua Atlantia, negocian inyectar más fondos a Abertis para impulsar su crecimiento internacional. La concesionaria de autopistas afronta una etapa expansiva tras dos años focalizada en consolidar las adquisiciones materializadas en México y Estados Unidos y, para ello, cuenta con el apoyo consensuado de sus accionistas.
Aunque los 8.300 millones de euros de liquidez que contabiliza en la actualidad proporcionan un cómodo colchón a Abertis para enfrentar inversiones, sus propietarios están alineados en dotarla de mayores recursos aún. La nueva aportación, que todavía está perfilándose, dará continuidad al acuerdo suscrito en octubre pasado por el que Mundys, ACS y Hochtief aprobaron otorgar un derecho de crédito a favor de Abertis por 1.000 millones de euros.
ACS y Mundys, el nombre con el que la familia Benetton y la gestora estadounidense Blackstone han rebautizado a Atlantia este año, enterraron el hacha de guerra hace un año después de que el grupo que preside Florentino Pérez descartaran tratar de comprar, de la mano de los fondos Brookfield y GIP, el negocio de autopistas en Italia de la compañía transalpina -previamente había admitido ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su interés-.
Esa paz se confirmó en octubre con la aportación a Abertis Infraestructuras de 1.000 millones de euros por parte de los tres accionistas de Abertis Holdco: Mundys, que tiene el 50% más una acción, ACS, que suma el 30%, y la constructora alemana Hochtief, de la que ACS controla más del 70% y que ostenta el 20% menos una acción de la concesionaria española.
Las relaciones entre los accionistas de Abertis se han visto además significativamente mejoradas por la llegada en abril del consejero delegado de ACS, Juan Santamaría, a la presidencia de Abertis, en sustitución de Marcelino Fernández Verdes, otrora mano derecha de Florenino Pérez y que ya ha roto todas sus vinculaciones con el gigante de las infraestructuras español. Santamaría, elegido por el presidente del Real Madrid como su número dos en ACS en la primavera de 2022 y que también dirige Hochtief, está decidido a hacer de Abertis la principal plataforma de autopistas del mundo. Para ello, tiene claro que es necesario el máximo entendimiento entre los socios, máxime en un contexto en el que las oportunidades de inversión en activos en operación son limitadas.
Objetivos a la vista
Abertis centró los ejercicios 2021 y 2022 en consolidar las adquisiciones previas de la concesión Elizabeth River Crossings, en Virginia (Estados Unidos), y de Red de Carreteras de Occidente (RCO), en México, por las que desembolsó cerca de 2.000 millones de euros. El pasado ejercicio, no obstante, también intentó la compra de la autopista de peaje Chicago Skyway, en Estados Unidos, pero su oferta quedó lejos de los más de 2.000 millones pagados por Atlas Arteria, firma controlada por el fondo australiano IFM.
Abertis afronta semanas decisivas para su crecimiento inorgánico. En el horizonte próximo tiene tres proyectos de relieve ya reconocidos, pero su radar va más allá y analiza otras opciones, fundamentalmente en mercados en los que ya está presente como Estados Unidos, India, Francia o México. Con los 8.300 millones de liquidez que tenía a cierre de marzo presenta una robusta posición para afrontar adquisiciones, si bien también ha de responder a millonarios compromisos de inversión en sus autopistas y al pago de su deuda. Adicionalmente, la compañía cuenta con el apoyo de sus propietarios, que tienen a su vez una potencia de fuego elevada por las desinversiones que tanto ACS como Mundys han realizado en los últimos años. La italiana, de hecho, ha anunciado un plan de inversiones de 10.000 millones de euros.
El operador de autopistas rastrea opciones en países como India, México, Francia y EEUU
En negociación bilateral Abertis tiene el proceso para adquirir la autopista SH-288 a su accionista ACS, que en los últimos meses ha ido tomando participaciones minoritarias para llegar al 100%, valorando la vía en cerca de 2.000 millones de euros. Es el precio el punto principal de negociación, puesto que las plusvalías pretendidas por ACS chocan con los intereses de Abertis -y, por tanto, de Mundys-. En todo caso, se trata de la primera sinergia que el operador de autopistas de origen catalán podría consumar con uno de sus accionistas desde que estos se hicieron con su control hace cuatro años.
En las próximas semanas también está previsto que Abertis formalice sus ofertas por la concesión de circunvalación de Atenas (Attiki Odos), un proyecto valorado en más de 2.000 millones de euros y con el que pretende entrar en Grecia; y por la privatización de la gestión de cuatro autopistas de peaje en Puerto Rico, en un proceso que también podría alcanzar los 2.000 millones.
El pacto de accionistas que ACS y Mundys suscribieron en 2018 cuando consumaron la oferta pública de adquisición (opa) sobre Abertis, establece que el grupo español tiene el derecho a designar al presidente, pero sin funciones ejecutivas, mientras que a la firma italiana le corresponde la elección del consejero delegado, responsabilidad que recae en José Aljaro desde 2018. En el consejo, Mundys cuenta con cinco miembros, incluido Aljaro, y ACS con cuatro, incluido Santamaría.
Reducirá a la mitad el C02
Abertis reducirá a la mitad los gases de efecto invernadero en sus carreteras a nivel mundial en siete años. La firma avanza en la descarbonización de sus activos siguiendo el plan de sostenibilidad que puso en marcha en 2022 y que se alargará hasta el 2030. Uno de sus principales ejes es la reducción de gases efecto invernadero en carreteras. Su objetivo es disminuir en un 25% las toneladas de CO2 para 2024 y en un 50% en los próximos siete años. En el camino hacia la descarbonización, Abertis está incrementando el número de puntos de recarga para vehículos eléctricos -electrolineras-. A cierre de 2022 contaba con 394, cifra que podría duplicar este año gracias a los planes de instalación en Francia, España, Italia y Chile.