Televisión

Yurena reivindica su historia en 'Superestar': "Me llegaron a proponer ser prostituta de lujo"

Yurena en TVE

Más de dos décadas después de convertirse en uno de los personajes más mediáticos y polémicos de la televisión, Yurena —la artista antes conocida como Tamara, luego Ámbar— vuelve a estar en el foco con el estreno de 'Superestar', la serie de Netflix dirigida por Nacho Vigalondo y producida por Los Javis. El proyecto, estrenado este viernes, rescata la etapa más controvertida de la televisión española: la eclosión de los llamados "frikis" en los programas nocturnos, con Crónicas Marcianas como escenario principal.

En esa época, Tamara se convirtió en la protagonista involuntaria de un fenómeno televisivo que la catapultó a la fama, pero también la condenó a un linchamiento mediático del que todavía hoy asegura no haberse recuperado del todo. Ahora, 25 años después, Yurena mira hacia atrás con una mezcla de alivio, dolor y reivindicación. "Hoy es un día grandioso para mí", asegura emocionada. "Se hace justicia. Después de tanto sufrimiento, por fin se cuenta mi historia desde otro prisma, el verdadero".

El final de los años 90 transformó la televisión en España. Los programas de entretenimiento pasaron de ser espacios tradicionales a convertirse en circos mediáticos donde la extravagancia y el escándalo se convirtieron en moneda corriente. Nombres como Leonardo Dantés, Paco Porras, Toni Genil o Loly Álvarez compartieron protagonismo con Tamara, en lo que algunos bautizaron como "el tamarismo". El fenómeno no solo llenó horas de televisión, también llegó a la prensa, los memes primitivos de la época y hasta al cine. Pero esa fama tuvo un precio alto. Yurena asegura haber sido humillada y vilipendiada públicamente sin motivo. "A día de hoy sigo esperando que alguien me explique qué hice para recibir ese trato. ¿He matado a alguien? ¿He cometido algún delito? ¿He traficado con drogas o maltratado a alguien? No. Simplemente fui yo, y por eso se me castigó", lamenta.

Margarita Seisdedos, Leonardo Dantés, Yurena y Tony Genil en octubre de 2000

La cara oculta de la fama

Detrás del personaje mediático había una mujer que intentaba hacerse un hueco en la música. Su famoso tema 'No cambié' fue un éxito inesperado, pero ella siempre quiso ser reconocida como cantante, no como figura del esperpento televisivo. Ese contraste entre lo que quería y lo que la televisión le ofrecía la llevó a una situación límite. Durante aquellos años sufrió acoso sexual por parte de personas del mundo de la música, según confiesa ahora. "Me llegaron a proponer ser prostituta de lujo. Pero yo tenía claro cuál era mi camino: quería ser cantante, no otra cosa". La presión mediática y el desprecio de gran parte de la opinión pública le dejaron secuelas. Yurena admite que intentó quitarse la vida en dos ocasiones. "Me avergüenza y me duele haber llegado a ese punto. Si no llega a ser por mi madre, que me salvó por minutos, hoy no estaría aquí".

Margarita, la madre coraje

Yurena nunca estuvo sola en ese viaje. A su lado siempre estuvo Margarita, su madre, que la acompañaba en cada plató, dispuesta a defenderla de lo que ella consideraba ataques injustificados. Pero Margarita también fue objeto de burla. Se la etiquetó como mujer agresiva y se viralizó un vídeo en el que supuestamente agredía con un bolso a un periodista. "Ese vídeo fue un montaje que se ha repetido durante 25 años, cuando en realidad esa persona era un criminal. Pero eso nunca se dijo", denuncia Yurena. La madre de la artista terminó sufriendo una fuerte depresión y años más tarde falleció con un deterioro cognitivo importante. "No sé si murió en paz, pero ojalá así fuera. Lo que más le dolía no era lo que decían de ella, sino el daño que me hacían a mí".

Un camino lleno de obstáculos

Además del acoso y la humillación mediática, Yurena vivió una dura batalla judicial por su nombre artístico. La discográfica de la cantante de boleros Tamara la demandó por usar ese nombre, pese a que Yurena lo tenía registrado. Aunque al principio ganó el juicio, en un recurso posterior perdió. "No quise seguir peleando porque mis abogados me aconsejaron no recurrir al Supremo. Si lo hubiera hecho, quizá la historia habría sido distinta". En 2005 decidió reinventarse y adoptó el nombre de Yurena, alejándose definitivamente de Tamara, un nombre que aún le trae recuerdos dolorosos.

Ahora, con la emisión de 'Superestar', Yurena siente que al fin se cuenta su versión. La serie no solo muestra los excesos de aquella televisión, sino también las consecuencias personales que dejaron en quienes fueron sus protagonistas. "Si pudiera volver atrás, no me dedicaría al mundo del espectáculo. Quizá habría sido veterinaria o criminóloga, mis otras pasiones. Pero ya está hecho. He vivido varias vidas en una sola", confiesa. A las nuevas generaciones que no conocen su historia, se define con claridad: "Soy una artista que empezó desde cero, sin padrinos, sin enchufes y luchando contra todo. Lo he pagado caro, pero aquí sigo".

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