La pasada noche, la escalinata de la Biblioteca Nacional se convirtió en el epicentro de la moda española con la segunda edición de los Premios de la Academia de la Moda. Mucho glamour patrio, flashes por doquier, escotes que no pasaron desapercibidos y algún que otro tropiezo estilístico. Una noche de looks para todos los gustos —y opiniones—, donde actrices, diseñadores e influencers desfilaron (con más o menos acierto) por una alfombra roja que parecía salida directamente de una boda VIP.

Ana Peleteiro, que hace unos días anunció su segundo embarazo, brilló con un vestido de dos piezas en blanco y negro. La parte superior palabra de honor con cuerpo plisado evasé, y una cola kilométrica blanca que partía de la falda negra. Completó el look con una delicada cadena de brillos al cuello y un peinado clean look que dejó toda la atención en su silueta.

Uno de los looks que más dio que hablar fue el de Manuela Velasco. La actriz apostó por un mono vaporoso en tonos chocolate y amarillo mostaza que no pasó desapercibido. Lo que más llamó la atención fue la parte superior, con un juego de tul en cascada anudada y flores bordadas.

Si hubo una reina indiscutible de la noche, esa fue Andrea Duro. La actriz de Física y Química deslumbró con un vestido blanco de infarto, con cola y una parte superior cubierta de pailletes en crudo, rematada con lazos negros, tirantes finísimos y una espectacular espalda abierta.

La hija de Cayetano Rivera y Blanca Romero también dejó su sello de estrella. Lució un mini vestido de flecos en rojo intenso que caían en cascada, combinándolo a la perfección con unas sandalias mule del mismo tono.

Por su parte, Laura Sánchez se atrevió a dar lo máximo. Apostó por un vestido vaporoso que combinaba transparencias y encaje, con una espalda abierta delicada que le dio un toque de elegancia pura.

Otra de las mejores vestidas fue Vanesa Romero. La ex de Santi Burgoa deslumbró con un vestido negro espectacular, adornado con un estampado psicodélico dorado y una capa gigante que casi se adueñó de toda la escalinata.

Y si hubo alguien que acaparó todas las miradas, esa fue Lidia Bosch. A sus 61 años, brilló como nadie más. Apostó por un vestido en crema satinado, sencillo pero con un estilo griego que enamoró. Lo complementó con un maxi crochet al cuello.
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