La realeza española ya ha desembarcado en las Islas Baleares para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Los reyes de España, Felipe VI y Letizia junto con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, han disfrutado de una agradable cena este domingo en el exclusivo restaurante Flanigan de Puerto Portals, situado en la localidad mallorquina de Calviá, donde compartieron mesa con don Juan Carlos, doña Sofía y la infanta Elena, que acudió al lugar junto a sus dos hijos, Froilán y Victoria.
Según explica el Diario de Mallorca, la Familia Real degustó alguno de los platos estrellas del restaurante, que destaca por la cocina mallorquina, tradicional y mediterránea, con una bodega que incluye hasta 250 referencias. Esta cena familiar ha servido para que veamos a la realeza española de nuevo unida, aunque sin rastro alguno de la infanta Cristina ni de su marido, que siguen con sus batallas judiciales por el caso Nóos.
Los Reyes de España comenzaron de esta manera sus vacaciones en la isla. No obstante, el rey Felipe acudió a Mallorca un día antes que su mujer para acudir junto con sus padres y su hermana al 80 cumpleaños de su tía, la infanta Pilar, que celebró su aniversario en su residencia de la urbanización Sol de Mallorca, en la Costa de Calviá. Por su parte, la reina Letizia no acudió al citado evento debido a la inexistente relación que mantiene con doña Pilar y sus hijos.
Doña Sofía lleva ya un tiempo en la isla disfrutando del periodo estival en Mallorca, mientras que don Juan Carlos acudió desde Lima, donde había asistido a la investidura del nuevo presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski.
Este lunes el monarca ha comenzado sus habituales recepciones a las principales autoridades del archipiélago en la Palacio de la Almudaina. Según su agenda oficial durante toda esta mañana el rey recibirá a diferentes representantes políticos de la isla. Además, este domingo se prevé la tradicional recepción a representantes de la sociedad civil balear.
Estas vacaciones serán de lo más ajetreadas para Felipe VI, ya que aparte de sus habituales audiencias, el Rey tendrá que estar a caballo entre Madrid y Mallorca para seguir las evoluciones de las negociaciones entre los principales partidos políticos, que todavía no han llegado a un punto de acuerdo para formar gobierno.