
A menos de seis semanas antes del puente del Día del Trabajo (Labor Day), las esperanzas de recuperación en la taquilla estadounidense se han evaporado. Se espera que la temporada termine entre un 15 y un 20 por ciento por debajo en comparación con 2013, la peor caída anual en tres décadas mientras los ingresos tratarán de alcanzar los 4.000 millones de dólares, su peor cota en ocho años. Como resultado, los analistas predicen que el conjunto del año se enfrenta a un déficit de entre el 4 y el 5 por ciento.
Las comparaciones en el mercado estadounidense son difíciles, de acuerdo a la revista Hollywood Reporter, teniendo en cuenta que los ingresos alcanzaron un récord de 4.750 millones en el verano de 2013.
Este año no ha ayudado que cintas como Fast & Furious 7 se hayan retrasado hasta 2015 tras la muerte de Paul Walker o que la última entrega del Capitán América se estrenase a principios de abril. Pero incluso los análisis más optimistas son poco esperanzadores. "Ir al cine ha perdido impulso", dice Paul Dergarabedian, de la consultora Rentrak.
Aunque no ha habido debacles como los de Lone Ranger, por primera vez desde 2001 ninguna película veraniega cruzará los 300 millones de dólares a nivel nacional (X-Men, Maléfica y Transformers recaudaron poco más de 230 millones).
Los ingresos internacionales siguen siendo fuertes, compensando en parte el daño, pero en algunos casos no son suficientes. Spider-Man 2 superó los 706,2 millones de dólares a nivel mundial sin embargo quedó lejos de los 757,9 millones de dólares obtenidos por The Amazing Spider-Man en 2012.