La masiva marcha que ha encabezado este martes el presidente de Bolivia, Evo Morales, para exigir el referéndum constitucional se ha convertido en una gran fiesta después de que el lunes se llegase a un acuerdo sobre la Constitución, a cambio de la renuncia de Morales de ser reelegido. Y en Ecuador también se estrena Constitución.
Ataviado con su famosa "chompa" de lana a rayas, Morales ha acompañado a sus bases durante toda la jornada, primero encabezando la multitudinaria marcha que llegó a La Paz y después participando en la concentración-festejo que abarrotó la céntrica Plaza Murillo.
Allí, frente al Congreso Nacional, los "marchistas" esperan la aprobación definitiva de la ley que convoque el referendo sobre la nueva Constitución con la que el oficialismo quiere refundar Bolivia.
La renuncia de Evo Morales
Para lograr el consenso el oficialismo ha renunciado a una eventual segunda reelección de Morales en el año 2014 y ha aceptado más de cien modificaciones al proyecto constitucional aprobado en diciembre pasado por la Asamblea Constituyente.
Sin embargo, los parlamentarios opositores de la región oriental de Santa Cruz, feudo de los autonomistas contrarios a Morales, ya han anunciado su oposición a la convocatoria de la consulta porque el texto no colma sus aspiraciones de descentralización política.
Con el acuerdo, las miles de personas que abarrotaban las calles aledañas al Congreso comenzaron a celebrar la aprobación de la nueva Constitución, ya que el referendo lo consideran un mero trámite, máxime tras el apoyo del 67% con el que Morales fue ratificado en el referendo sobre mandatos del 10 de agosto.