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Los malienses hacen acopio antes de que se noten las sanciones

BAMAKO (Reuters) - Los malienses se apresuraron el martes para hacer acopio de gasolina y efectivo mientras los países vecinos seguían adelante con sanciones comerciales y diplomáticas cuyo objetivo es obligar a la junta militar a entregar el poder.

Mali, que durante mucho tiempo ha sido una de las democracias más estables de África Occidental, se sumió en el caos desde un golpe de estado el 22 de marzo que permitió a los rebeldes tuareg hacerse con el control de la mitad del país en su campaña por crear un estado en el norte del país.

Se les han unido los islamistas, decididos a imponer la sharia, la ley islámica, en todo el estado musulmán moderado, el último dolor de cabeza en cuestiones de seguridad en una región que lucha contra miembros de Al Qaeda y grupos radicales autóctonos como el nigeriano Boko Haram.

A petición de la ex colonia, Francia, la crisis será abordada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el miércoles.

Costa de Marfil, de donde el país, sin salida al mar, obtiene recursos como su carburante, estaba entre los primeros que cerraron sus fronteras el martes, dentro de unas sanciones que incluyen la congelación de los fondos de Mali en el banco central de la zona monetaria de África Occidental.

"Nuestros jefes nos dijeron que no dejáramos entrar o salir nada sin órdenes de arriba (...) Hemos comenzado a patrullar para detener todo el movimiento de mercancías", dijo el guardia fronterizo Ben Casaban por teléfono desde la ciudad de Pogo.

Otros actuaron con más lentitud a la hora de aplicar las sanciones. Las autoridades de Burkina Faso dijeron que estaban preparando los pasos necesarios para cerrar las fronteras con Mali, mientras los guardias fronterizos de Mauritania y Senegal dijeron que estaban a la espera de órdenes.

En garajes del centro de Bamako, los habitantes hacían cola con bidones ante el temor de escasez de suministros, que podrían comenzar a ahogar la tercera mayor economía de África en unos días.

Cisse Yacouba, un estudiante de 25 años que hacía cola en un banco, temía que los fondos de los bancos comerciales cayeran pronto.

"Estoy aquí para retirar mi dinero de la beca", dijo. "Debido a las sanciones, todo el mundo se apresura a recoger dinero porque es seguro que no habrá suficiente".

La junta, liderada por el capitán Amadou Sanogo, que recibió entrenamiento en EEUU, emitió un comunicado a última hora del lunes reconociendo las sanciones y repitiendo su promesa de entregar el poder a los civiles en una fecha no especificada.

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