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Casi 90 muertos en atentados por todo Irak
El derramamiento de sangre coincidió con una intensificación del conflicto en la vecina Siria.
Además de las docenas de muertos, al menos 223 personas resultaron heridas en ataques con bomba en zonas chiíes de Bagdad, en la ciudad chií de Taji en el norte, en la ciudad mixta de Kirkuk, en el norte, y en otras partes, dijeron fuentes policiales y hospitalarias sobre uno de los días más sangrientos de Irak en semanas.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de la última oleada de ataques pero un alto cargo de seguridad iraquí acusó a una facción local de Al Qaeda, integrada por musulmanes suníes hostiles al gobierno liderado por chiíes, que se muestra favorable a Irán.
"Los últimos ataques son un claro mensaje de que Al Qaeda en Irak está determinada a provocar una sangrienta guerra sectaria", dijo el alto cargo, que pidió mantener su nombre en el anonimato.
"Con lo que está ocurriendo en Siria, estos ataques deberían tomarse seriamente como una potencial amenaza para nuestro país. Al Qaeda está intentando empujar a Irak al bordo de una guerra entre chiíes y suníes", dijo. "Quieren que las cosas estén tan mal como en Siria".
Los últimos dos días de ataques con bombas y armas de fuego rompió una tregua de dos semanas en el periodo previo al mes del ayuno musulmán del Ramadán, que comenzó el sábado en Irak.
La violencia sectaria alcanzó su máximo nivel en 2006-2007 pero los ataques mortales han persistido mientras las tensiones políticas entre la mayoría chií de Irak, los suníes y facciones kurdas han aumentado desde la retirada de las tropas estadounidenses del país en diciembre.
DESTRUCCIÓN
En Taji, a 20 km al norte de Bagdad, seis explosiones, incluido un coche bomba, estallaron cerca de un complejo de viviendas. Una séptima explosión en el mismo lugar provocó una carnicería entre los policías que habían llegado al lugar de la escena. En total, 32 personas murieron, incluidos 14 policías, y 48 resultaron heridas, entre ellas 10 agentes del orden.
Dos coches bombas estallaron cerca de un edificio del gobierno en Ciudad Sadr, un gran suburbio pobre de Bagdad, y en la principal zona chií de Husainiya en las afueras de la capital, matando a un total de 11 personas e hiriendo a 73, dijo la policía.
En Kirkuk, cinco coches bomba mataron a seis personas e hirieron a 17, mientras que los ataques con armas de fuego en puestos de control alrededor de la remota provincia de Diyala mataron a seis personas, incluidos cuatro soldados y un policía, e hirieron a 30, dijeron fuentes policiales.
Dos coches bomba aparcados cerca de un control militar mató a cinco personas e hirió a 22 en la ciudad de Jan Bani Saad, a 30 km del noreste de Bagdad, dijeron fuentes policiales. Hombres armados mataron a cuatro soldados e hirieron a cinco en un puesto de control en la ciudad de Udhaim, a 90 km al norte de la capital, dijeron.
La avalancha de ataques orquestados se producen tras los atentados con coche bomba del domingo en dos ciudades al sur de Bagdad y en la ciudad santuario chií de Najaf, en los que murieron 20 personas y otras 80 quedaron heridas.
El mes pasado fue uno de los más sangrientos en el país tras la marcha de las tropas estadounidenses, con al menos 273 muertos y más de 600 heridos.
Irak, cuya enorme provincia desértica de Anbar, un bastión suní, limita con Siria, está alterada por el impacto del conflicto que hace estragos en el país vecino, escenario de una revuelta suní contra el régimen alauí del presidente Bashar el Asad.
/Por Ahmed Rasheed/