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El disidente chino Liu Xiaobo, Nobel de la Paz 2010



    El disidente y preso político chino Liu Xiaobo ha obtenido el Premio Nobel de la Paz 2010, según informó este viernes el Instituto Nobel noruego. El nombre de Liu figuraba entre los más destacados en las quinielas y el Gobierno de Pekín había advertido a Noruega de que habría consecuencias en caso de ser galardonado. China califica de "obscenidad" la concesión del Nobel de la Paz a Liu Xiaobo.

    Liu, de 54 años, fue condenado a once años de cárcel el pasado mes de diciembre por escribir un manifiesto en 2008 junto a otros activistas de su país en el que reclamaba la libertad de expresión y la convocatoria de elecciones multipartidistas.

    En 1989, al regresar de Estados Unidos, donde había enseñado en la Universidad de Columbia de Nueva York, Liu, profesor de la Universidad de Pekín, participó activamente en el movimiento de la Plaza Tiananmen.

    Fue detenido un año después de la sangrienta represión de ese movimiento, y permaneció tras la rejas un año y medio sin haber sido condenado.

    Entre 1996 y 1999, fue enviado a un campo de "reeducación por el trabajo" por haber reclamado una reforma política y la liberación de los participantes de Tiananmen aún detenidos.

    Fue excluido de la Universidad y se convirtió en uno de los animadores del Centro independiente Pen China, un movimiento de escritores, conservando un estrecho contacto con el mundo intelectual.

    Censurado en China, Liu difunde su obra en Hong Kong.

    ¿Cómo se elige al candidato?

    La presencia en la lista de candidatos -que pueden ser nominados por catedráticos de Universidad en Derecho o Ciencias Políticas, parlamentarios o antiguos laureados de todo el mundo- sólo se puede conocer si quienes lo han propuesto lo hacen público.

    El Comité Nobel no difunde la lista hasta pasados 50 años, y lo único que confirma ahora es el número de candidatos, que este año ha alcanzado la cifra récord de 237, de ellos 38 organizaciones.

    Decisiones polémicas

    Sus decisiones no pocas veces han sido polémicas, por no ajustarse siempre a los criterios marcados en su testamento por su creador, Alfred Nobel, quien dejó escrito que se debía premiar a quienes contribuyeran a fomentar la fraternidad entre las naciones, a la reducción de armamento y a la promoción de la paz.

    La elección el año pasado del presidente de Estados Unidos, Barack Obama -por sus "esfuerzos extraordinarios por reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos", según el fallo-, fue muy controvertida e incluso el galardonado admitió su sorpresa tras llevar menos de un año en el cargo.

    Aparte de los discutibles méritos de Obama, se criticó la finalidad publicitaria de su elección, algo que el secretario del Comité Nobel, Thorbjørn Jagland, ha admitido implícitamente.

    "Creó muchas protestas, pero generó mucha prensa para el premio Nobel en todo el mundo. Y pienso que ha aumentado su prestigio después de lo que ocurrió el año pasado", señaló en una entrevista reciente a la agencia noruega NTB.