Madrid
La competitividad del turismo canario a nivel nacional tiene un claro punto débil: los viajes de negocios. Mientras que Tenerife y Gran Canaria se encuentran, en términos globales, entre los destinos turísticos preferidos por los europeos, junto a Barcelona, Palma de Mallorca y Madrid, el escaso número de viajes de negocios en las islas sitúan a Santa Cruz de Tenerife entre las ciudades menos demandadas de España en este mercado.
Con solo un 1,12% de turistas que viajan por trabajo, la capital tinerfeña es menos demandada que otras ciudades españolas, como Pamplona (1,17%), A Coruña (1,24%) o Granada (1,29%), por este tipo de viajeros. La fuerte orientación del sector al turismo de sol y playa limita el crecimiento de los viajes de trabajo, que, a su vez, requieren de servicios específicos para ser competitivos en el mercado.
El resultado de ofrecer unos buenos servicios a los viajeros de negocios repercute de forma positiva en el turismo de ocio: el 49% de turistas que viajan por trabajo afirma alargar su viaje por motivos de ocio. Es por esto que The Valley Canarias, hub de innovación especializado en formación digital, señala varias estrategias con las que aumentar la competitividad en el sector turístico canario:
Trabajar mientras se viaja es una práctica habitual. Esta tendencia, que une ocio y compromisos laborales, obliga a los destinos a contar con espacios adaptados para poder trabajar.
Generación millennial
La generación millennial es la que más está contribuyendo a desarrollar este cambio de hábitos. Para atender sus necesidades, es clave desarrollar la digitalización de los procesos de reserva.
Los viajes de trabajo pueden convertirse en jornadas a contrarreloj donde cada minuto cuenta. Como consecuencia, estos turistas suelen ser más exigentes con la reducción de esperas y la instalación de dispositivos tecnológicos.
