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Los Juegos Olímpicos podrían dejar en Londres un 'agujero' de 1.000 millones

Obras junto al futuro estadio olímpico para Londres 2012. Foto: bloomberg
Gran Bretaña podría enfrentarse a un agujero negro de 1.000 millones de libras tras las Olimpiadas de 2012 por unas previsiones "ridículas" de precios inmobiliarios que cuentan con el respaldo de los ministros.

Esta información alimenta el temor de que el presupuesto olímpico, que ya se ha multiplicado por cuatro desde que se presentó por primera vez en julio de 2005, vuelva a subir, algo que ha sido desmentido por el Gobierno.

Un informe de la Agencia de Desarrollo Londinense (LDA) sugiere que los cálculos del Gobierno de las cantidades que recuperará por la venta de terrenos después de los Juegos no son realistas. El déficit afectará a los proyectos de patrimonio nacional, deportes y arte, que ya han sufrido fuertes restricciones en sus presupuestos.

El alcalde de Londres, Ken Livingstone, y Tessa Jowell, ministra de las Olimpiadas, firmaron el año pasado un memorando de acuerdo en el que consta la recaudación de al menos 1.800 millones de libras en ventas de terreno después de los juegos olímpicos. La LDA ahora teme que esta cifra, basada en un incremento del 16 por ciento anual del precio de los terrenos en Stratford, al este de Londres, a lo largo de los próximos quince a veinte años, sea demasiado optimista.

Exceso de optimismo

Por esa razón, explicó ante la Asamblea de Londres la semana pasada que prevé recaudar 800 millones de libras, dejando un déficit de 1.000 millones. Los aproximadamente 675 millones de libras que debían ir a parar al Organismo Nacional de Lotería para devolver el dinero prestado para los Juegos podrían perderse.

Los agentes inmobiliarios contactados por The Times afirman que incluso la estimación de la LDA, que apenas cubre el coste de 650 millones de libras de los terrenos basándose en un aumento anual del 6 por ciento, podría pecar de exceso de optimismo dado el actual desánimo del mercado inmobiliario. La agencia inmobiliaria Savills llega a sugerir que los valores de las fincas urbanos al este de Londres situados en el interior y adyacentes al parque olímpico podrían encarecerse tan sólo en un 4 a 5 por ciento anual durante los próximos quince a veinte años.

Mark Dorman, director de la asesoría de desarrollo de Savills, reconoció que las ventas de terrenos habían aumentado en un 16 a 20 por ciento a lo largo de la última década en el este de Londres, pero que actualmente habían alcanzado su punto más alto. Considera la mera idea de que pudieran encarecerse en un 16 por ciento anual "una locura completa, en mi opinión".

John Saville, de la inmobiliaria Spicerhaart, considera improbable que los precios en el este de Londres aumenten por encima del 6 por ciento, asegurando que "todo ha cambiado en los últimos ocho meses, pero hemos llegado al tope del mercado y un 16% es ridículo".

Tessa Jowell, la ministra olímpica, desmintió la existencia de este "agujero negro" de mil millones del que hablan los diarios y prometió que el presupuesto actual de 9.300 millones, cuatro veces mayor que el inicial, era "robusto" y que no aumentaría.

Sin embargo, el alcalde de Londres, Ken Livingstone, que también negó la existencia de ese "agujero negro", ha admitido que sería difícil recuperar los 675 millones prestados de la Lotería Nacional, con el que se están sufragando algunos gastos, si los terrenos olímpicos no eran vendidos por el precio que ellos habían previsto. Livingstone también reconoció que la construcción de vivienda de protección oficial sería inferior a la prevista, en un 50 por ciento con respecto a la vivienda nueva, lo que dificulta cuadrar las cuentas.

Jowell, por su parte, ha afirmado que las ventas de terrenos se han elevado entre el 19 y el 20 por ciento en los últimos veinte años y que por ello "confía en recaudar lo suficiente de la venta de terrenos para construir casas nuevas y áreas sociales en Lower Lea Valley".

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