Uno de los reproches principales de los hombres hacia sus compañeras de trabajo es la baja autoconfianza que exhiben muchas de las mujeres con las que comparten oficio. No se trata sólo de una percepción del género masculino. Un buen número de investigaciones sugieren que las mujeres se sienten menos seguras de sí mismas en su trabajo que los hombres. Como consecuencia, muchas veces limitan su carrera profesional de forma completamente involuntaria.
Un estudio publicado en 2011 por el Instituto Europeo de Liderazgo y Gestión revela que las mujeres manifiestan tener menos confianza en lo que respecta a su carrera que los hombres.
El citado informe, que recoge Harvard Business Review, pone de manifiesto que en todos los grupos de edad los hombres se muestran más confiados que las mujeres. De media, un 70% de los hombres tiene niveles altos o muy altos de confianza en sí mismos, frente al 50% de las mujeres encuestadas. Mientras que la mitad de las mujeres directivas admiten sentimientos de duda acerca de su desempeño profesional, este porcentaje se reduce al 31% en el caso de los varones.
Las dudas también surgen a la hora de optar a un puesto nuevo o a un ascenso. Y es que mientras un 20% de los hombres presentaría su candidatura para un trabajo sin poseer todos los conocimientos requeridos, sólo el 14% de las mujeres se atrevería a hacerlo.
En la mayoría de los casos, esta falta de confianza en uno mismo provoca que de forma inconsciente el trabajador esté limitando su evolución profesional. Se da en mayor escala cuanto mayor sea la responsabilidad del empleado. Hay cuatro comportamientos específicos que se derivan de la falta de seguridad en uno mismo:
1.- Ser demasiado modesto. Los hombres están más dispuestos a hacer notar sus éxitos en público, mientras que las mujeres creen que sus logros hablan por sí mismos y gastan menos esfuerzo en resaltar sus resultados frente a los demás.
2.- No pedir. En muchos casos las mujeres no ascienden porque no dan un paso al frente para pedir el citado ascenso. Sienten que es arriesgado pedir un aumento de sueldo o un puesto de más responsabilidad y se frenan, algo que ocurre en menor medida en el caso de los hombres.
3.- No destacar. Muy relacionado con el punto 1. Algunas mujeres hacen todo lo posible para evitar llamar la atención. En algunos casos, prefieren pasar desapercibidas en las reuniones, la sala de juntas o incluso en el ascensor. Ello supone que están perdiendo una oportunidad para demostrar lo que valen sus ideas.
4.- Permanecer en silencio. No hablar y expresarse cuando se tiene algo importante que decir es una oportunidad perdida para entrar en el juego. Que tomen en consideración el punto de vista de cada uno es escencial para su carrera profesional.
Deborah Small, profesora de Marketing y Psicología de Wharton recuerda que "el número de mujeres que dejan el empleo es mayor que el de los hombres". "Eso se debe, en parte, al hecho de que se decepcionan cuando descubren que otra persona consigue un acuerdo laboral mejor; o cuando creen que debían haber recibido alguna oferta, pero no les dieron la oportunidad".
Tener habilidades no es suficiente. En muchos casos habría que cambiar comportamientos diarios para lograr un mayor grado de confianza en uno mismo y, de esta forma, obtener mejores resultados.