Pymes y Emprendedores

Francia se apunta a la siesta... en la oficina

Francia quiere fomentar la siesta. Foto: Archivo
En Leblon-Delienne, una empresa de Normandía que fabrica figurillas de personajes de cómic, amodorrarse en horario laboral no constituye un acto de rebeldía ni una falta.

Desde hace más de tres años, los 43 empleados disponen de una sala de reposo con enormes y confortables almohadones y la dirección les alienta a caer en los brazos de Morfeo durante 20 minutos en la pausa del almuerzo.

La idea partió del codirector de la empresa, Eric Delienne, que se declara capaz de dormirse brevemente en cualquier sitio. Y para convencer a sus trabajadores, organizó una sesión informativa con un especialista. En un país como Francia, donde la siesta se considera propia de vagos y hedonistas sureños, la empresa normanda resultaba más bien una rareza y su iniciativa tuvo eco en la sección de noticias insólitas de los telediarios.

De rareza a ejemplo

Pero he aquí que podría ser emulada: el Gobierno francés se preocupa por lo poco y mal que duermen los ciudadanos y estudia incluso fomentar las cabezaditas en la oficina. "En determinadas condiciones, una siesta corta es beneficiosa para la atención y la seguridad en el trabajo", ha asegurado esta semana el ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, al presentar un programa dedicado a mejorar el sueño de los franceses y dotado con siete millones de euros en 2007.

"¿Por qué no una siesta en el trabajo? La cuestión no debe ser tabú", sugirió el ministro en su presentación. "Quiero datos serios sobre esta práctica, sobre la manera en que es aceptada por las empresas y percibida por los trabajadores, sobre sus resultados concretos en términos de sanidad pública y organización del trabajo. Si son concluyentes, promoveré el concepto".

Prueba piloto

Siguiendo las recomendaciones de un grupo de especialistas, el Ministerio de Sanidad va a lanzar ya un experimento con empresas voluntarias como la de Normandía, algunas de las cuales han instaurado quince minutos de siesta durante la jornada.

Y es que una cabezada después de la comida sentaría muy bien a los franceses: según las cifras presentadas por el ministro, uno de cada tres -o sea, unos 20 millones- sufre algún trastorno o patología del sueño como el insomnio, la somnolencia diurna excesiva, la apnea y la narcolepsia.

Aunque el consumo de somníferos disminuyó un 5 por ciento el año pasado, todavía se venden al año 68 millones de cajas, más de una por habitante. "No es normal dormir mal", insistió Bertrand, quien pretende mejorar la educación y la prevención, pero también desarrollar la oferta de tratamientos y la investigación sobre unos trastornos que en el trabajo provocan menos rendimiento, errores de juicio, fallos graves, accidentes y absentismo.

Seis de los siete millones de euros se dedicarán a sensibilizar al público sobre la importancia de dormir bien, sobre todo en las primeras etapas de la vida, y a formar a los profesionales de la salud y de la educación para que detecten rápidamente los posibles problemas. Una página de Internet propone ya un "pasaporte para el sueño", con explicaciones y consejos para dormir a pierna suelta, así como un test para medir la somnolencia diurna, responsable del 20 al 30 por ciento de los accidentes de tráfico.

Al médico rápidamente

Así, se recomienda acudir al médico sin dilación si es de los que se duerme con frecuencia leyendo el periódico, viendo la tele o en el cine, mientras habla con otra persona, como pasajero en cualquier medio de transporte o al volante del coche en un atasco. La campaña gubernamental hará especial hincapié en los problemas de sueño al volante y la página web recuerda que conducir después de 17 horas sin dormir equivale a hacerlo con 0,5 gramos de alcohol en la sangre.

Otros 500.000 euros servirán para crear "centros del sueño", servicios médicos especializados, en las regiones que aún carecen de ellos, y otros 500.000 más financiarán investigaciones. Napoleón debe de revolverse en su tumba, él que decía que "los hombres necesitan seis horas de sueño, las mujeres, siete, y los idiotas, ocho".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky