Pymes y Emprendedores
Si quiere hacer felices a sus hijos con la comunión, prepare más de 2.500 euros
Han pasado de ser actos de fe a convertirse en auténticas bodas en diminuto. Trajes pequeños, joyas pequeñas, zapatos pequeños, todo para niños de entre ocho y doce años. Pero el resto, fiesta de mayores. Banquete a lo grande y regalos también a lo grande. Pero ¿la crisis que afecta al consumo hace temblar los pilares de las comuniones?
Hacer el esfuerzo
"Bueno... Es verdad que este año se ha notado un pequeño descenso de las ventas, pero no mucho. También es cierto que hay menos niños que toman la comunión. Si se juntan unas cosas con otras, pues claro que no hemos vendido tanto como otros años, pero es coyuntural", asegura Juan Ríos, responsable, junto con su mujer, de la tienda Atenea Ceremonias, en Málaga.
A pesar de este ligero ajuste, los padres echan el resto en la comunión de sus hijos. Según la Federaciónde Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), el coste de la comunión de un hijo suma, de media, 2.500 euros por familia. El mínimo es de 1.700 y el máximo de 3.400 euros. El coste final también depende del sexo del que comulga: las niñas gastan, de media, unos 300 euros más que un niño. "En realidad, las comuniones no son un negocio en sí", remarca Ríos.
Su tienda despacha durante todo el año para bodas y también madrinas y damas de honor, pero "lo de las comuniones es una parte residual del negocio, como un complemento. No creo que pueda ser el fuerte de ninguna tienda", explica.
Detallar gastos
Las asociaciones de consumidores insisten en recomendar a las familias que hagan el esfuerzo de detallar los gastos para poder decidir qué se puede eliminar y qué no de toda la parafernalia que acompaña a un niño durante su primera comunión.
Entre lo que resulta casi imprescindible, el elemento más importante es el traje. Desde el más sencillo hasta el más suntuoso representa uno de los principales gastos del evento. De media, superan los 400 euros, aunque el dispendio es especialmente oneroso en el caso de las niñas, ya que los más caros y completos pueden superar los 800 euros.
Sin embargo, los complementos no sólo no son tan caros, sino que tienen precios muy variables. Es el caso de la ropa interior y los zapatos, tanto para ellos como para ellas, lo que suma a la cuenta del día unos 70 euros. Para ellas, la limosnera y la diadema añaden unos 40 euros más al monto final, mientras que la corbata y el cinturón suman 30 euros a la cuenta de los chicos. La peluquería suele rondar los 30 euros para las niñas. Para los niños, aunque no acostumbran a ir, pueden suponer unos 15 euros más.
Ceremonia por las nubes
Vestimenta aparte, llega el momento de la ceremonia. Y ahí los gastos comienzan su carrera más vertiginosa. Lo de antes era previsible, pero ahora viene lo inmediato. El álbum de fotos de estudio y los recordatorios para repartir entre los invitados ascienden a unos 400 euros. El reportaje fotográfico dentro de la iglesia, que sorprendentemente ya viene de serie, suman unos 180 euros más... Y si quiere vídeo, otros 100 euros.
El banquete es lo más caro de la celebración. El precio del cubierto está entre 50 y 60 euros por persona e incluye el pica-pica inicial y la comida en sí. Si desea unas copas posteriores para los adultos o una tarta para los niños, debe abonarlos aparte. Y luego los regalitos, porque, a veces, y para que los hermanitos menores propios y ajenos no se solivianten y dejen comer en paz, también se pueden comprar chucherías o similares, que pueden ascender a otros 100 euros.
Últimamente, además, la moda de la animación infantil ha hecho sumarse al día de la comunión a payasos, magos y titiriteros, que cobran 100 euros por hora. Calculadora en mano, con suerte y tirando por lo bajo, el evento
no le sale por menos de 2.500 euros.
Alternativas recicladoras
Sin embargo, ya hay familias que buscan alternativas más sostenibles económicamente para celebrar la primera comunión de sus hijos. "Nosotros reutilizamos los vestidos que nos trae la gente, porque ya no los necesita y nos los donan. Luego nosotros los vendemos por entre 20 y 70 euros", explica Iris Martín, responsable de la empresa Riquirraque Emaús, dedicada a la reinserción de personas con riesgo de exclusión social.
"Mucha gente trae su vestido una vez que lo ha usado porque están concienciados", dice. De momento, sólo le quedan dos vestidos de los 24 que tenía hace dos meses.