Pymes y Emprendedores
"Los libros no se van a vender en el estante de una librería"
- La promoción de los libros es determinante para tener éxito
La pregunta es por qué. ¿Por qué, si los índices de lectura y de ventas van bajando en España, según la Federación de Empresarios Editoriales, año a año; si en la misma Feria del Libro se espera no vender más, sino no vender menos; si en suma el giro de la sociedad citadina se torna sobre la imagen más que sobre la palabra, por qué, entonces, se abriría una editorial que se sostiene sobre todo en el libro de papel?
Inmaculada Puche lo responde con un tono de voz que sugiere el equilibrio entre certeza y flexibilidad: porque se puede.
Ella ha abierto en febrero de este año la editorial que responde al nombre de Pezsapo. Para ella, este proyecto es una conjunción de dos elementos que la siguen hace tiempo. Esto es leer y consolidar proyectos empresariales. Con ambas la consecuencia era previsible: montar una editorial.
Calma
Innmaculada comenzó como lectora. "Pasé de ser una lectora inocente para ser una analista", define. Su voz es calma. Eso revela que está convencida de aquello en lo que se ha metido. Porque sabe que es complicado. Porque ya, cuando recién tenía la idea y la comentaba, le llegó el primer adjetivo en clave de pregunta: ¿estás loca?.
La pasión que tiene por los libros se conjuga con su visión empresarial.
Inmaculada insiste en que la promoción será determinante.
"En el modelo de negocio que intentamos definir el libro sí tiene cabida. Trabajamos el formato digital, pero por ahora no está dando resultado. Estamos trabajando mucho con lector tradicional, con clubes de lectura, con bibliotecas y con centros educativos", dice.
Su forma de trabajar es lenta y segura, un trabajo de hormiga. Cuando Pezsapo publica a un autor, primero lo promociona en su localidad. Se hace una campaña previa con las personas de la ciudad, no los vecinos ni la familia, sino los miembros de la comunidad en general. Se va a colegios, a institutos, en fin, a todo lugar en el que cabe un libro y una mesa donde leerlo.
Presentación
Luego se hace la presentación y se organizan encuentros a los que irá gente que ya ha oído del tema. Es como lo que hacen las grandes editoriales, cuenta Inmaculada, pero a menor escala. La operación se repite en otras ciudades cercanas y se adquiere una dimensión regional. Y es que, para ella, esa gran escala deja detrás a escritores jóvenes y talentosos. Ella se propone hallarlos.
"Un libro en la estantería de una librería no se venderá, es imposible", remata.
Inmaculada lamenta que los libros màs vendidos son los que sostienen que brindarán soluciones emocionales, laborales, incluso sexuales. Su esfuerzo es revertir eso.