Pymes y Emprendedores

El sombrero de Indiana Jones, con denominación de origen española

  • Isesa vende en el exterior el 80% de los sombreros que produce
Miguel García, director de Isesa, junto a varios de sus productos. Esther Lobato.


A algunas empresas les cuesta diversificar, y otras sin embargo, parecen hacerlo con la gorra. En este caso, nunca mejor dicho. Industrias Sombrereras Españolas, Isesa (www.isesa.es), es un ejemplo de ello, y eso a pesar de trabajar en un mercado tan estrecho como el del sombrero.

La compañía fabrica monteras para toreros, gorros para legionarios, regionales, de señora, de equitación, pero también los que viste el famoso personaje Indiana Jones o los que lucen los judíos ortodoxos. Vamos, que algo tan sencillo como un sombrero puede dar mucho de sí.

Isesa es una marca centenaria (su fundación data de 1885) asentada en la pequeña localidad sevillana de Salteras. Sin embargo originalmente no nació con ese nombre, sino con el de Fernández & Roche. ¿Cuándo decidió cambiar de marca? En los años 30 del siglo pasado, la moda del "sin sombrero" causó estragos en esta industria, y fue entonces cuando varias empresas del sector, entre ellas Fernández & Roche, decidieron unirse para ser más fuertes: así fue como nació la actual denominación de Isesa, acrónimo de Industrias Sombrereras Españolas S.A. La compañía tiene actualmente dos ramas de actividad: por un lado, es fabricante de fieltro y por otro, comercializa sombreros.

La última especialidad

Lo de los complementos para judíos ortodoxos, que adoptan distinto nombre según la nacionalidad o familia del judío, les llegó en los años 80 y vino a cambiar completamente el quehacer de esta pyme sevillana. "Un distribuidor de Estados Unidos que se quedó sin proveedor para estos artículos nos contactó y, a partir de ahí, empezamos a confeccionar los sombreros de negro riguroso que viste esta población", explica Miguel García, director de la compañía. García cree que se fijaron en ellos por la buena reputación a nivel internacional de la empresa.

Este cliente destaca, según García, por ser de lo más exigente, no sólo en plazos, sino también en diseño: no se les permite ni una sola variación del color ni tampoco del peso del sombrero. En la actualidad, la mitad de los productos que salen de la fábrica se destina al mercado judío de Estados Unidos. Y las cosas van a ir a más porque recientemente han firmado un contrato con un distribuidor de Israel.

Exportaciones

La compañía hispalense, que emplea a 32 personas, mantiene además un proceso de producción artesanal. Sus sombreros se hacen de una sola pieza, sin parches, y los fieltros también son fabricados en la casa. Los artículos están confeccionados con pelo de animal (liebre o conejo) y como único aditivo utilizan la goma laca, una resina proveniente de un árbol de la India que endurece la materia prima. En 2010 la fábrica produjo unas 28.000 piezas, de las cuales el 80 por ciento salió fuera de nuestras fronteras, rumbo a Estados Unidos, Japón y Reino Unido (en efecto algunos fueron a parar a las cabezas de los asistentes de las carreras de Ascott).

La firma no sabe de crisis: el año pasado facturaron 2,5 millones de euros (frente a los 2,1 millones de 2009). Y, como los gustos son como los colores, no dejan de lado la moda lanzando cada año una nueva colección de temporada. Una estrategia comercial para quitarse el sombrero...