Los business angels son una pieza cada día más importante en el mundo empresarial. Tanto es así que, en 2015, este tipo de inversión supuso un 71 por ciento del total de la financiación en etapas tempranas, tal y como reflejan desde Eban -European Business Angels Networks-. Dentro de esta realidad, nuestro país ocupa un lugar envidiable: se encuentra en la segunda posición del mercado global de business angels, sólo por detrás de Reino Unido. Candace Johnson, presidenta de Eban, nos cuenta las características y retos a los que todavía tiene que hacer frente este ecosistema. ¿Cómo han evolucionado los ‘business angels’ en este tiempo? Los años 2008, 2009 y 2010 fueron muy complicados. En 2008, los bancos no daban ningún crédito, y los únicos que invertían en startups eran los business angels. Sin embargo, ahora estos están muy valorados. Incluso los Gobiernos se han dado cuenta de la experiencia y el networking que aportan -además del conocimiento y el dinero-. Por otro lado, la mujer tiene cada día más peso, tanto es así que cuando entré en mi primera red de business angels era la única mujer; hoy ya hay un 25 por ciento. ¿Qué diferencia al mercado europeo del estadounidense? En América hay más dinero y más inversores -muchos de ellos son emprendedores senior, que ya han tenido éxito-. Además, allí el acceso a la gente es más fácil y hay una cultura de inversión, es decir, nadie piensa que invertir en startups sea inusual. Mi objetivo es crear esa nación de inversores para Europa. Por otro lado, los emprendedores americanos piensan en global, mientras que los europeos no, un modelo que replican los inversores. Por eso, hay que asegurarse de que nuestros futuros empresarios se enfoquen al gran mercado. ¿Qué retos le quedan por afrontar a Europa en este campo? Europa debe crear un mercado único, además de trabajar con otras compañías y contar con una regulación europea. Toda esa cooperación debe empezar entre los emprendedores.