Retira la sanción a una expendeduría que vendía a bares distintos a los adscritosMadrid. Fuerte revés al monopolio de los estancos en la venta de tabaco. El Tribunal Constitucional ha dado la razón a una expendeduría de Palencia, que fue sancionada en 1996 por suministrar cigarrillos a locales distintos a los que tenía adscritos. Los estancos son una concesión del Estado que funcionan en régimen de monopolio. Al margen de ellos, sólo se puede vender tabaco en las máquinas expendedoras de los bares y restaurantes, y éstos están obligados a comprar el producto en una de las tres expendedurías más próximas. El estanco palentino se saltó esta norma y la Delegación del Gobierno le sancionó con cuatro meses de cierre y limitó sus cupos de venta a 7,3 millones de pesetas de las de entonces. En su opinión, había cometido una infracción grave de lo dispuesto en el decreto regulador de las actividades de importación y comercio de tabaco.Pero la expendeduría plantó batalla y recurrió primero al Tribunal Superior de Justicia de Madrid y después al Tribunal Supremo, que desestimaron en ambos casos sus alegaciones. Pero el estanco no se amilanó y acudió al Constitucional, que le ha dado ahora la razón, ha declarado nula la resolución de la Delegación del Gobierno y, lo que es más importante, ha cuestionado que las expendedurías se encuentren en una situación de "sujeción especial con el Estado".DivisiónLa Unión de Asociaciones de Estanqueros, la mayor patronal del sector, que agrupa a 11.000 de los 16.000 estancos que hay en España, se ha mostrado siempre a favor de mantener el monopolio. A finales del año pasado, el Gobierno llegó a plantearse ampliar el número de estancos a los que los bares podrían ir a comprar tabaco, pero la Unión se opuso en todo momento y logró que se mantuvieran en tres las expendedurías a las que se tenía que acudir. La otra gran patronal del sector, Anett, la Asociación Nacional de Expendedurías de Tabaco y Timbre, defiende una cierta liberalización para incrementar la competencia. En su opinión sería bueno que los bares pudieran ir a comprar a cualquier estanco."Aunque seamos una concesión del Estado, debemos tener libertad para suministrar a quién consideramos oportuno. Si hubiera más libertad comercial, se impulsarían las ventas en un momento muy delicado para nosotros", explica Antonio González, secretario general de Anett. Esta organización considera que sería muy bueno, por ejemplo, que se pudieran liberalizar los precios y que los estancos pudieran aplicar el margen que consideraran oportuno y no el 8 por ciento fijo que tienen ahora.En los siete primeros meses, las ventas de cigarrillos se han reducido un 3,49 por ciento y la intención del Gobierno es lograr que, con la ley antitabaco, que entró en vigor el pasado 1 de enero, caigan hasta un 5 por ciento al cierre del año. De momento, la facturación del sector ha caído un 4,3 por ciento, hasta 5.633 millones de euros y la situación se agrava cada día que pasa. Cada vez son menos los españoles dispuestos a encender un cigarrillo.