La cultura de los títulos pierde fuelle frente a las ganas de triunfar de los jóvenesBARCELONA. A la caza del talento. Importantes empresas hacen cola desde hace años a las puertas de los máster para reclutar a sus mejores profesionales. Sin embargo, en los últimos tiempos se está poniendo de moda la búsqueda de simples licenciados en las universidades públicas y privadas españolas, futuros profesionales que sin másters ni cursos en claustros extranjeros, parecen ser el nuevo filón del talento de las empresas.La mayoría de estos nuevos talentos recalan en sectores para los que todavía no se han diseñado másters y que aún no están presentes en algunas universidades prestigiosas. "La gente joven de la universidades españolas se ha autoformado y necesitan madurar en la empresa. Los másters suelen depender del sector en el que se ubique la empresa", asegura el director de I+D+I de la empresa S21Sec, Igor Unanue, especializada en la seguridad informática. Ni ellos ni el sector entero de las nuevas tecnologías disponen de cursos privados en universidades, "como Harvard". Talento sin corbataEl perfil de estos nuevos talentos es el de una persona "muy joven", de hasta 27 años, que quiere quedarse en la empresa y "con experiencia, independientemente de si viene de una universidad pública o privada", explica Unanue. "Mucha gente se cree que el talento de las personas hace inteligentes a las organizaciones" pero a la hora de la verdad no es así. Nada tiene que ver con las corbatas ni con los trajes ni con el dinero que pueda llegar a costar cualquier curso de especialización que puedan hacer, "al final, la diferencia y la capacidad de trabajo no se notan en la empresa, da igual de donde vengan", señala este directivo de S21Sec. La Fundación Universidad y Empresa colabora con más de 35 empresas españolas a modo de intercambio de talentos para "aumentar sus posibilidades reales de competir con éxito en el mercado laboral". Los estudiantes que llegan a las empresas salidos de algún máster o con el diploma de universidades extranjeras se quedan en la compañía en un porcentaje "del cien por cien", aseguran desde una multinacional perteneciente a la Fundación Universidad y Empresa. Sin embargo, el número de los estudiantes procedentes de las universidades españolas que se quedan en las empresas que los eligen no llega a esta cifra, "aunque cada vez es más elevado". Un ejemplo del incremento de los licenciados a secas presentes en alguna multinacional es el de Philips. Los holandeses tienen casi 250.000 trabajadores respartidos entre los cinco continentes y cada año contratan una media de 18.000 empleados de los que una quinta parte son jóvenes que no llevan ni un año licenciados. Según la compañía, sus destinos suelen ser los departamentos de innovación, desarrollo técnico e informático y la venta de productos.Lo habitual, reconoce Unanue, es que los que tienen cursos de tercer grado "terminen en los departamentos de consultoría" y los que proceden de licenciaturas cursadas en las universidades españolas lo hagan en departamentos más técnicos. El Estado ha sido el encargado durante años de promocionar el talento oculto de las universidades del país y las empresas privadas, por su parte, las encargadas de promover el talento de sus MBA, incluso muchas se han lanzado a crear sus propios cursos y másters. Pactos con las empresasConscientes de que muchos de los jóvenes talentos se encuentran en las universidades, las entidades e instituciones realizan concursos y certámenes donde sólo se pueden presentar estudiantes con un determinado perfil. Una de los perfiles más demandados son los de investigaciones científicas. Un ejemplo de esto es el concurso que el Ministerio de Educación y Ciencia junto con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se propusieron por quinto año consecutivo, encontrar a los jóvenes talentos de la investigación española. Para conseguirlo, el Ministerio convocó el Certamen Universitario Arquímedes dirigido a estudiantes universitarios de últimos cursos y recién licenciados, arquitectos e ingenieros.