Se trata de un invento español por el que ya se han interesado en EEUU, Suiza y FranciaMadrid. "Mamá, de mayor quiero ser inventor". Si alguna vez su hijo le dice esto, no le corte las alas y déjele que desarrolle su imaginación. Es el caso de José Luis Jiménez de Castro, un funcionario de Hacienda, que comenzó inventado, cuando aún era un niño, un artilugio para cazar ratones y lagartijas y que ahora pretende revolucionar el trabajo del cuerpo de bomberos con la creación de un innovador cortafuegos. Este último invento, del que se siente orgulloso y que le ha proporcionado la medalla de bronce en el Salón Internacional de Invenciones de Ginebra, es un dispositivo por el que ya se han interesado Estados Unidos, Suiza, Inglaterra, Rusia y Francia. No así en España, donde Jiménez lamenta que "apenas se ofrezcan ayudas para sacar adelante nuevos inventos".El dispositivo cortafuegos, que de salir adelante supondrá una revolución a la hora de enfrentarse a un incendio, se basa en una barrera fácilmente transportable y de dimensiones adecuadas para impedir la propagación del fuego en montes o arboledas, sin necesidad de recurrir a la tala de árboles para establecer dicha barrera sobre un suelo carente de combustible. Y según dice su inventor "el director de una empresa estatal extranjera", de la que aún no puede dar detalles, está pendiente de hablar con él para desarrollar el proyecto.El aparato, que funciona automáticamente sin necesidad de presencia física de personas, está formado por varios módulos, uno de ellos queda sujeto al terreno adaptándose a las irregularidades del suelo; y otro, se despliega extendiendo una malla, hasta la altura necesaria, que soporta las altas temperaturas y que establece una barrera separando la zona del incendio de la parte no afectada de modo que impide que el fuego se extienda más allá de la barrera.Incendios estivalesLos fuegos que están teniendo lugar en nuestro país, sobre todo en verano, son el origen de este invento, según cuenta José Luis, que se muestra bastante preocupado por "el calentamiento que está sufriendo España en los últimos años". Pero éste no es el único invento que ha patentado con la Organización Impulsora de Discapacitados. Junto al cortafuegos, tiene otros cuatro inventos que han sido reconocidos en el Salón de Ginebra. Uno de ellos, por el que además recibió la medalla de oro es un juego que "podría suplir al bingo", comenta Jiménez; un entretenimiento basado en números y azar. Los otros dos inventos, con medalla de bronce, consisten en un sincronizador de movimientos para piernas y brazos que será útil para ejercicios de rehabilitación y, por último, un grupo modular de rodadura.