Industria concederá ayudas de hasta 100.000 euros al año para proyectos de colaboraciónEl Gobierno favorece la creación de las Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AEI)madrid. Las pymes españolas lo tendrán más fácil para poner en marcha proyectos de colaboración dirigidos a aumentar su competitividad: desde mejoras logísticas hasta proyectos de exportación conjuntos, de formación e innovación. Siguiendo las directrices europeas de fomento de las redes empresariales (los cluster) el Gobierno acaba de regular una de las bases del Plan de Fomento Empresarial (PFE) aprobado el pasado enero: las Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AEI).A través de estas nuevas organizaciones, asociaciones sin ánimo de lucro, el Ministerio de Industria subvencionará con ayudas de hasta 100.000 euros al año todo tipo de fórmulas de colaboración entre empresas que redunden en una mayor competitividad: la colaboración entre competidoras y proveedores, el impulso de las organizaciones empresariales, o los centros tecnológicos y de I+D, tanto públicos como privados.La orden ministerial, que hoy entra en vigor, define la AEI como "la combinación en un espacio geográfico o sector industrial concreto de empresas, centros de formación y unidades de investigación públicos o privados, involucrados en procesos de intercambio colaborativo".Las AEI son "la fórmula", según Industria, para extender de una vez por todas la innovación a las pymes que quieran realizar proyectos avanzados y que por su elevado coste fijo tengan que hacerlo mediante la colaboración entre empresas. Vieja demandaLa idea de los clusters no es nueva. Hay clusters de todo tipo: agrupaciones sectoriales, logísticas, funcionales (los grandes fabricantes de automóviles rodeados de sus proveedores) o del conocimiento. Los distritos industriales desarrollados en Italia desde mediados de los años 70 son ahora un referente de las nuevas políticas industriales en Europa centradas en las pequeñas y medianas empresas.En los últimos años, los clusters innovadores se han puesto de moda en Estados Unidos, Japón, Taiwán, Corea y Francia, con sus "polos de competitividad". Un modelo sobre el que también se ha basado el reciente despegue de los países emergentes, como China, India, Rusia y Europa del Este.En España, entre las repetidas críticas sobre la falta de un modelo industrial moderno, también se han desarrollado algunos clusters importantes. El caso más significativo es el de la industria de la cerámica, en Castellón de la Plana, que ha sabido dar el salto de una industria muy artesanal a un sector extraordinariamente competitivo y líder a nivel mundial. Este cluster ha sido reconocido a nivel internacional por su capacidad de innovación: desde nuevas técnicas de cocción de la cerámica, hasta el diseño. De ahí que la feria cerámica más importante del mundo se desarrolle en Valencia.Otro cluster importante es el de la industria electrónica en Sant Cugat del Vallés (Barcelona). A mediados de los noventa, ya estaba formado por más de 50 empresas que empleaban a unos 5.000 trabajadores. En conjunto, estas empresas sumaron por entonces 600 millones de euros, mientras que su producción representó el 78 por ciento del total del sector español de la electrónica de consumo. Aunque este cluster sufrió la crisis de las puntocom (como el californiano Sillicon Valley), hoy sigue siendo uno de los grandes polos tecnológicos de Europa, con la localización de las grandes multinacionales de la consultoría.Más subvencionesLas empresas podrán solicitar las ayudas a través de las AEI que se constituyan a partir de hoy. Individualmente, las empresas no podrán obtener más de 100.000 euros cada tres años. Y antes, tendrán que obtener el visto bueno de su plan estratégico por parte de la Dirección General de la Pequeña y Mediana Empresa, en cuya sede se creará un registro de este tipo de asociaciones y que deberán renovar cada cuatro años. Además de los propios proyectos estratégicos o de cooperación empresarial, las AEI registradas podrán solicitar las ayudas para cubrir los gastos del personal técnico directamente involucrado en las actuaciones o proyectos, las colaboraciones externas (consultoría y asesoramiento), los viajes y gastos de alojamiento para la realización del proyecto.