madrid. "De momento lo llevo bien pero supongo que en algún momento empezaré a notar el cambio y mi cuerpo se quejará, porque estoy funcionando al revés". Son palabras de Juan Figuerola, un joven ingeniero de sistemas que lleva varios meses trabajando en turno de noche. Es el encargado de una central de red de la compañía Telefónica, y debe vigilar que su zona de cobertura no tenga problemas. Juan entra en la categoría del millón de trabajadores vinculados a 495 convenios colectivos (casi el 10 por ciento del total) que recogen expresamente el régimen de trabajo por turnos. Pero son más de dos millones de personas quienes realizan trabajos rotatorios o o actividades laborales nocturnas, según datos del Ministerio de Trabajo. La mayoría de ellos se dedican a servicios de primera necesidad (como sanidad, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otros servicios públicos, como bomberos o limpieza urbana) y otras áreas, como es el caso de la hostelería y el comercio. El tiempo que dedican a sus responsabilidades laborales está reñido con lo que se entiende por ritmo biológico. Trabajan una temporada (o siempre) de noche y, tras pasar el periodo de adaptación que suele durar unas 72 horas, vuelven a ver la luz. Las consecuencias acaban llegando más tarde o más temprano (normalmente después de cinco o diez años de trabajo a turnos), como apunta María José García, del sindicato de Enfermería Satse. "El impacto se puede dividir en dos áreas: el ámbito familiar y la salud física, con aparición de alteraciones psíquicas no psicóticas, como cambios bruscos de humor", explica. Estudios elaborados por el Centro Nacional de Condiciones de Trabajo apuntan en la misma dirección. El ritmo del día y la nocheSilvia Nogareda, técnica de prevención de este organismo dependiente de la Administración, advierte de variaciones en el ritmo circadiano (que acompasa la actividad biológica con los periodos naturales de día y de noche). Las consecuencias son insomnio, malas digestiones y trastornos circulatorios, como taquicardias. Algunos de estos síntomas aparecen rápidamente, pero otros tardan años en manifestarse. Pero de momento lo normal es padecer alteraciones en la presión arterial y en las secreciones digestivas. El cuerpo sabe que está pasando algo, pero no acaba de enterarse del todo. Y por si fuera poco, se envejece paulatinamente. "El organismo es sometido a una alteración de su ritmo normal, y eso no es nada bueno. A largo plazo tiene como consecuencia el envejecimiento prematuro", dice la responsable de Satse. Por mucho que se intente, nuestro cuerpo no fue diseñado para trabajar de noche, porque la naturaleza quiso que hiciera justamente lo contrario. Asumir menor calidad laboralOtra consecuencia es un menor rendimiento laboral y calidad del trabajo, por lo que se recomienda que las actividades no requieran excesiva responsabilidad o complejidad. ¿Pueden aplicarse medidas preventivas para disminuir los efectos? María José García apunta algunas, como cuidar la alimentación y no excederse con el consumo de excitantes, como el café. Tampoco se recomienda que un trabajador que haya superado la barrera de los 40 años pase más de cinco seguidos en puestos de trabajo que exijan rotación de turnos, ya sean de día o de noche.El director de Área Técnica de la Mutua UMI, José María Grande, hace hincapié en que todos los trastornos de salud y de sueño acaban repercutiendo directamente en el ámbito familiar. "La vida familiar se acaba desajustando", reconoce. Carlos Alberto García, director nacional de Ventas del Grupo Adecco, cree que la única ventaja de los horarios nocturnos es que suelen estár mejor retribuidos. En cuanto a la parte legislativa, un real decreto sobre Jornadas Especiales de Trabajo y el propio Estatuto de los Trabajadores son algunas de las normas que regulan la duración de los horarios y los tiempos estipulados de descanso. La actual legislación establece unos periodos obligatorios que no pueden ser sustituidos por cantidades económicas. Una directiva de base de la UE sobre Distribución del Tiempo de Trabajo establece que la duración normal del trabajo de un empleado en horario nocturno no debe exceder de un promedio de ocho horas por cada 24. Los trabajadores tienen derecho a un examen gratuito de su salud antes de ser destinados a un trabajo nocturno, y a intervalos regulares a partir de entonces; y los empresarios que recurran regularmente a trabajadores nocturnos deben notificarlo a las autoridades competentes en materia de salud y seguridad.Si usted trabaja de noche o va a empezar a hacerlo durante un tiempo, ya conoce los síntomas. Su cuerpo le va a advertir desde el comienzo de la actividad. Lo mejor es que usted tome sus precauciones y sepa cómo actuar.