Los trabajadores a los que se le reconozca como tal tienen derecho a una pensiónMadrid. El parkinson puede ser una enfermedad profesional si se demuestra que la causa de su padecimiento es la actividad laboral. Así lo ha declarado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en una sentencia en la que declara un caso de parkinson como enfermedad profesional, al quedar acreditado que se debió a la continua exposición al plomo de un ex trabajador de la empresa de automoción Femsa.La sentencia rechaza un recurso del Instituto Nacional de la Seguridad Social contra un fallo del juzgado social número 25 de Barcelona, que declaraba el derecho del trabajador a percibir una pensión por enfermedad profesional, más elevada que la de dolencia común.El empleado, R.G.A., estuvo trabajando durante quince años como obrero metalúrgico en la antigua empresa Femsa, dedicada a la fabricación de baterías, y, por lo tanto, expuesto continuamente al plomo con el que se fabrican las placas para realizar el proceso de electrólisis, informa Efe.Poco después de que en 1992 abandonara la empresa por incapacidad laboral, al trabajador se le diagnosticó un parkinson atípico, cuya causa más probable era la exposición continuada y reiterada al plomo, según concluyeron los informes que se le realizaron en los distintos hospitales en los que se trató.La ciencia no es exactaPese a reconocer que la ciencia médica no es exacta, el TSJC señala que ante las coincidentes afirmaciones de los prestigiosos hospitales donde fue tratado el paciente, "no parece descabellado pensar que es cierta" la relación de causalidad entre la exposición al plomo y el parkinson atípico sufrido por R.G.A.Recuerda la sentencia que un estudio del año 1980 determinó que las concentraciones medias diarias de plomo en los distintos lugares de trabajo de la empresa Femsa de Sant Joan Despí (Barcelona), incluido el del demandante, eran de 162 microgramos por metro cúbico, cuando las máximas permitidas son de 150 microgramos.CCOO, cuyo gabinete jurídico defendió al trabajador, ha celebrado la sentencia del TSJC, porque supone "un paso adelante en el reconocimiento de las enfermedades originadas por sustancias químicas".