El Instituto de la Empresa Familiar ha intervenido en el estudio de investigación sobre capital humano en estas compañías. Su director académico, Juan Corona, aclara algunos conceptos. P ¿Qué es profesionalización en las empresas familiares?R Es un término que tiene connotaciones diferentes cuando hablamos de este tipo de compañías. Es decir, nos referimos a cuando los familiares dejan en manos de profesinales externos los altos cargos directivos de gestión y se limitan a ocupar sus funciones dentro del consejo de administración.P ¿Y en qué les beneficia? R Lo hacen por dos motivos. En principio, se abren al mercado porque disponen de un universo mayor de talento. Y en segundo lugar, para evitar las luchas entre los miembros de la familia por conseguir esos cargos, algo que genera problemas internos. Por este segundo motivo, más habitual, vemos que se trata de una tendencia creciente en empresas familiares.P ¿El éxito depende de una buena gestión de los recursos humanos? R Cada vez más. Las tecnologías son muy semejantes, así como el conocimiento técnico. Hoy marca la diferencia tener a personas de perfiles adecuados, que sepa liderar y motivar equipos.P ¿Es posible hacer esto en la primera generación? R Es muy difícil. Suele haber una persona, el emprendedor fundador, con las ideas muy claras que toma las decisiones de forma unilateral. ¿Existe entonces una política de recursos humanos? En cierto modo sí, pero es su política, sus decisiones: él es el que ficha, el que motiva... Las empresas familiares se plantean una política coherente en esta materia en la segunda generación.P Se habla mucho del profesional externo, ¿no se comete muchas veces el error de no retener al talento que hay en la propia familia? R Sí, claro, y no hay que cometerlo. En igualdad de condiciones, no nos compliquemos la vida. Siempre va a estar más motivado e implicado un miembro de la familia.