Propone la creación del Estatuto Europeo de Empresa Privada para reducir la burocracia bruselas. El liberal irlandés Charlie McCreevy, comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, expuso ayer ante el Parlamento Europeo su programa de trabajo en lo que a Derecho de Sociedades se refiere. La primera buena noticia es para las pymes: el responsable comunitario ha dado instrucciones a sus servicios para que agilicen la elaboración de una propuesta legislativa para crear el Estatuto Europeo de Empresa Privada.Uno de los objetivos de este estatuto será facilitar que las pymes del Viejo Continente puedan operar a lo largo y ancho del mercado único, al reducir la burocracia contra la que chocan cada vez que se aventuran fuera de las fronteras de su país de origen. "El marco reglamentario necesita ser adaptado para permitir que las pymes saquen el máximo partido de los cada vez más integrados mercados europeos", explicó McCreevy. Además, recordó que estas empresas "no disponen de ejércitos de abogados y se enfrentan a grandes desafíos al intentar entrar en nuevos mercados". El comisario pronosticó que su propuesta estará lista como tarde a mediados de 2008. Luego deberá ser negociada y enmendada por los 27 Gobiernos de la UE y la Eurocámara antes de que entre en vigor y como una especie de pasaporte para pymes dentro de Europa, o un Estatuto de europyme.También explicó que la Comisión Europea ha comenzado a trabajar para presentar una propuesta de creación del Estatuto de Fundación Europea. Bruselas designará en breve un consultor externo para realizar un estudio de viabilidad.Menos suerte tienen los que intentan convencer al comisario para que actúe contra los blindajes de las empresas, y contra los socios que gozan de privilegios en la toma de decisiones. McCreevy anunció ayer que ha enterrado definitivamente el hacha de guerra y que renuncia a intentar extender el principio de "una acción, un voto". Principio básico para la democratización de la gestión de las empresas y el capitalismo popular.Nada de deslocalizarEl comisario también abandonó ayer su proyecto de directiva que facilite los trámites para que las empresas puedan deslocalizar sus sedes sociales dentro de la Unión Europea. No merecía la pena trabajar en un tema para que el que no tenía apoyos.