Joaquín Mallo ha creado la imagen de la candidatura a los JJ.OO. del año 2016MADRID. La vida cambió totalmente para Joaquín Mallo (Buenos Aires, 1980) el pasado martes. El motivo fue una inesperada llamada telefónica del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. Joaquín era, hasta ese momento, un sencillo estudiante a punto de terminar su licenciatura de Diseño Gráfico en el Instituto Europeo de Diseño en Madrid. Sin embargo, en un minuto pasó a ser, posiblemenente, el creativo más envidiado de España. ¿Qué fue lo que pasó? Sólo que el alcalde le comunicó que su logotipo, bautizado como Corli, había sido elegido para simbolizar la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos del año 2016. Tres semanas de trabajo y 36.379 votos de los madrileños le habían unido de un modo especial con el sueño olímpico de millones de personas. Su aventura comenzó antes del verano, cuando recibió un email del centro donde estudiaba. Eran las bases de un concurso organizado por el Ayuntamiento para elegir el logotipo con el que Madrid aspira a organizar los Juegos Olímpicos del año 2016."Empecé a pensar en cómo se siente la gente al llegar a Madrid. Hay sentimientos de bienvenida, de saludo, y quería hacer un diseño cercano, personal, simple y poco complicado. Por eso utilicé una mano", explica el creador, que muy pronto verá su obra impresa en todos los objetos imaginables. Para darle un toque autóctono, incluyó la letra M en el boceto y lo adornó con los colores olímpicos (las reglas del Comité Olímpico Internacional prohíben que aparezcan los aros olímpicos o antorchas).Y ya está. Al volver de vacaciones en agosto se enteró de que estaba entre los 10 finalistas. El alcalde despejó cualquier duda de un plumazo el martes pasado.El artista reconoce que no suele presentarse a muchos concursos. No por miedo o por pereza sino porque, como él mismo reconoce, no le gusta perder. Pero no es la primera vez que gana: hace dos años un boceto suyo sobre la figura de Don Quijote para conmemorar el Cuarto Centenario de su publicación, se convirtió en una de las 60 estatuas que recorrieron España durante varias semanas.Joaquín entiende que su diseño haya recibido críticas por su aparente simplicidad, y que dibujos parecidos ya se hayan empleado. Afirma, comprensivo, que "siempre que se espera algo con tanta expectativa es normal que algunas gentes se desilusionen".Reconoce que ha visto los logos de otras ciudades candidatas, y que le gusta especialmente el diseño de Tokio. Su receta para cualquier símbolo es que no sea muy recargado y traté de representar "lo que se quiere decir en palabras". El paso del tiempo "hace que la imagen se vaya asociando a la ciudad y el diseño adquiera más sentido". La creación de Joaquín deberá someterse ahora a unos "ligeros retoques", como le explicó el alcalde cuando le comunicó la noticia. Pero lo importante es que Madrid ya tiene imagen olímpica. Los ciudadanos madrileños la verán por todas partes dentro de un mes.