El proyecto arrancó con 12 usuarios; hoy se ofrece trabajo a más de 2.000MADRID. La vida de las personas con algún tipo de discapacidad no es ni mucho menos un camino de rosas, pero tampoco lo es la de sus familiares. Muchas personas en esta tesitura se ven incapaces de lidiar con esta situación por su cuenta y necesitan ayuda y apoyo. Ésta fue la motivación con la que nació hace ya 30 años la Asociación de Empleados de Iberia, Padres de Minusválidos. Esta organización comenzó por iniciativa de un grupo de trabajadores de Iberia que se reunieron con el objetivo de buscar formas para velar por la protección y la inserción laboral de sus familiares con discapacidad. En un principio, eran sólo ocho trabajadores de la empresa en Cataluña los que se reunían, y 12 los usuarios con los que comenzaron. Más tarde, entendieron que tenían que ir a Madrid para organizar algo más centralizado. Allí, se reunieron con Jesús San Román, subdirector de administración de personal en ese momento y más tarde primer presidente de la asociación durante los primeros 20 años.San Román tenía un hijo con Síndrome de Down, por lo que desde un primer momento se volcó con la iniciativa. Ya como presidente de la asociación, promovió la creación de unos estatutos y la primera reunión de la Junta directiva. "Vaciamos un almacén del edificio de Iberia y ésta fue nuestra primera sede", comenta San Román.A continuación, además de reunir a todos los trabajadores de Iberia con familiares discapacitados, se creó una base de 300 socios. "En un primer momento estábamos algo perdidos, no sabíamos qué hacer y no teníamos dinero".Ayuda económicaEl primer dinero que recibieron vino de la mano de los festivales taurinos de los auxiliares de vuelo de la compañía. Lograron reunir dos millones de pesetas, contrataron personal médico y compraron un local más grande en el que comenzaron a realizar actividades en dos vertientes: dar trabajo y asistencia psicológica y médica.Desde un primer momento, Iberia ha estado unida a este proyecto, contratando servicios a la asociación como lavandería, estuchado e imprenta, entre otros, y con aportaciones anuales de dinero con darácter institucional. Después de 30 años, la asociación ha transcendido las fronteras de la compañía española y en la actualidad posee una gran cartera de clientes entre los que destaca la Comunidad de Madrid y Aena.El número de usuarios de la asociación ha ascendido a 2.340, de los cuales sólo un 10 por ciento son hijos de trabajadores de Iberia. De todos ellos, 440 pertenecen al centro especial de empleo que la asociación fundó en 1986. Este centro surgió tras comprobar que algunas de las personas con discapacidad de la organización cumplían el perfil necesario para dedicarse a alguna actividad laboral.Además de proporcionarles un empleo, la asociación trabaja para buscar una residencia o piso tutelado adecuado a cada tipo de persona, que es lo que más preocupa a los familiares.Asistencia y protecciónLa asistencia y protección de la persona con discapacidad está presente en el trabajo de la asociación durante toda la vida del usuario. Desde el periodo escolar, donde se ofrecen clases particulares para reforzar conocimientos, hasta que alcanzan la edad para independizarse. Es entonces cuando la búsqueda de un empleo y una vivienda centran todo el trabajo de la asociación.En la actualidad la Apmib cuenta con siete centros en España y ha logrado hacerse un nombre entre las organizaciones asistenciales de nuestro país. Hace 10 años, sus centros especiales de empleo facturaron alrededor de 3,5 millones de euros. El año pasado, lograron aumentar la cifra hasta más de 9,5 millones de euros de facturación.La contratación de servicios el año pasado a la asociación por parte de Iberia, representó para la asociación casi 3,5 millones de euros, cerca del 35 por ciento de los ingresos de ésta en el 2006. Además,el número de trabajadores de la asociación que la aerolínea ha integrado a sus instalaciones alcanzó los 36 el año pasado.