Debe ser único y original; inspirarse en marcas ya consolidadas no contribuye a ser reconocidosSimplicidad, legibilidad y capacidad de adaptación a los soportes es lo que hará fuerte a su símbolomadrid. Si la cara es el reflejo del alma, el logotipo lo es de la empresa. Es lo primero que se ve, lo que impulsa a consumir algo, se encarga de transmitir unas cualidades, unos sentimientos y mediante un hilo transparente agarra al público y lo atrae hacia la marca. Un buen logo debe tener un espíritu arrebatador que capte la atención del receptor y al menos haga que éste se detenga en él. Pero, ¿qué es un buen logo? Los especialistas definen este concepto como la representación gráfica de una compañía, que "encarna la esencia de una organización y que permite reconocerla fácilmente. Se trata de un signo que contiene y constituye la identidad de una empresa y expresa su personalidad de una manera distintiva, a través de formas y colores", explican desde Logo Design. Por tanto, su función principal será la de "identificar y distinguir a una empresa y producir una impresión perdurable en la mente de los consumidores", matizan. Quién necesita un logo. Aunque los más reconocidos pertenecen a grandes corporaciones internacionales, lo cierto es que las pequeñas y medianas empresas necesitan de un gran logotipo para destacar entre la competencia. "Es común encontrar pequeñas empresas con logos similares en forma o color a las marcas famosas. Esto es un grave error, ya que de esta manera es imposible que los consumidores identifiquen de forma inequívoca a la empresa", aclaran en Design and Logos. La clave está en que tanto si son grandes empresas como pymes, el logo debe llamar la atención sobre el resto siendo único.Para qué sirve. El logotipo es mucho más que una imagen. Muchas empresas no otorgan todo el valor que se merece a este símbolo y creen que invertir en su diseño es algo secundario. No vale cualquier logo y elegir el mejor será parte del éxito. Representar el espíritu de la compañía, diferenciarse de la marca, transmitir una manera de ser... son sólo algunos de los valores que el público reconoce en un buen símbolo. Pero éste también ayuda a rentabilizar los beneficios. Muchos clientes acceden a adquirir un producto o servicio nuevo por la imagen de marca y lo que ésta les transmite. "Los logos sirven para mejorar considerablemente el nivel de ventas. Además, al brindar una imagen de seriedad, son tomados por el público como símbolos de calidad", matizan en Design and Logos. No equivocar conceptos. Imagen de marca, isotipo, isologotipo... Son varios los conceptos que en ocasiones se confunden con el de logotipo. La imagen de marca es el carácter o personalidad del producto o servicio en sí. En ella deben aparecer una serie de factores tanto físicos como emocionales que muevan al receptor. Por tanto, hablaríamos de unas características que se añaden al propio diseño de la marca. "Son las características emotivas creadas por el hombre en el envase, la publicidad y el precio las que determinan su valor", explican los especialistas. Por su parte, el isotipo es el propio icono. Por ejemplo, el logotipo de Adidas, sería la tipografía, el isotipo sería únicamente el símbolo de la marca (las líneas verticales que forman el triángulo) y el isologotipo es la mezcla en el mismo formato tanto del texto como del icono.Un buen símbolo. Simplicidad, legibilidad y capacidad de adaptación a los soportes. Esas son las tres características básicas que debe tener un buen logotipo. "En una cultura visual tan saturada como la nuestra, un logotipo necesita ser impactante y diferente, algo que generalmente se consigue simplificando", señala el diseñador Ismael López Medel y es que no hay que olvidar que "el logo no deja de ser la punta del iceberg, una parte más de la comunicación corporativa de la empresa", aclara.A la hora de diseñar un buen logo hay que tener en cuenta su adaptación al medio y a los materiales. "Debe funcionar bien tanto en una hoja de fax, en un bolígrafo promocional o en una lona cubriendo un edificio", matiza el diseñador.Cuándo cambiar de logo. Un buen diseño no deja de ser eficaz aunque transcurra el tiempo. Sirven como ejemplo el de Coca Cola, IBM, Colacao o Toyota entre muchos otros. Normalmente el cambio de logotipo se asocia a una etapa de renovación que muchas veces corresponde a una unión o fusión de empresas o incluso a la entrada de un accionista mayoritario en la compañía. "Si el antiguo ha perdido gancho, rentabilidad y el público no se conmueve ante él, lo mejor es cambiarlo", señalan los especialistas.