heilbronn (alemania). Si alguien se atrevió alguna vez a asegurar que las sopas eran aburridas y que cada cucharada es igual a la anterior, los chefs que se dedican a innovar con los caldos están dispuestos a llevarles la contraria. El grupo Knorr, marca líder en la línea de la división de alimentos de Unilever, cuenta con un centro de I+D en un pequeño pueblo alemán, Heilbronn, al norte de Stuttgart, en el que desarrollan nuevas tecnologías y productos en sopas, además de contar allí con la planta de producción de caldos deshidratadas. "Nuestro Centro de Excelencia es el corazón de la marca Knorr. Aquí desarrollamos nuevas recetas y productos entre cocineros, nutricionistas y el equipo de marketing", asegura Sophie Castell, responsable de la marca en España. Un equipo de 30 chefs se encarga desde este centro de Heilbronn de probar, desarrollar, modificar, añadir, poner y quitar ingredientes a las más de un centenar de referencias en sopas, caldos y cremas líquidas con que cuenta la marca fundada en 1838 por Carl Heinrich Knorr en las mismas doce hectáreas sobre las que actualmente se levanta este centro de innovación. Éste es el único emplazamiento en el que Knorr desarrolla nuevos productos para los más de 87 mercados en los que está presente en todo el mundo. Sus tres líneas de productos son las sopas deshidratadas, el caldo líquido (en tetra brick) y las sopas y cremas líquidas. Alemania, Francia y Holanda son los tres países europeos que producen las sopas que llegan a España, ya que ésta no cuenta con ningún centro de producción de caldos para abastecer un mercado nacional, que crece a un ritmo del 13 por ciento anual y donde la línea de sopas de la marca facturó 50 millones de euros en 2006. A pesar de ser uno de los alimentos tradicionales por excelencia, la sopa no deja de necesitar renovación. Conseguir que los consumidores sigan metiendo la cuchara en el plato es cada vez más complicado y los cocineros al servicio de Knorr lo saben. Antes de formar parte del equipo del Centro de Excelencia, todos los chefs han formado parte del equipo local de la marca en sus respectivos países de origen. "En estos momentos, hay unas diez nacionalidades diferentes trabajando para los productos", explica Jaime Drudis, uno de los siete chefs que Knorr tiene en el equipo local español y que durante varios años formó parte del equipo de Heilbronn.El proceso de innovación empieza con un ejercicio de marketing. Según explica Drudis, este departamento se encarga de llevar un equipo a diferentes hogares "normales" para ver qué cocinan y cómo lo hacen. Una vez allí, el equipo toma notas del proceso familiar en la cocina y luego las trasladan al equipo de chefs. "Es la primera parte de la investigación para hacer los productos más cómodos. Se trata de identificar algo que ellos conocen pero que no tienen de manera cómoda. Esto es para nosotros la innovación en nuestros productos". Para los cocineros de la marca lo más importante es "buscar las necesidades ocultas de los consumidores para establecer un vínculo emocional", apunta Antonio Álvarez, chef del equipo de Heilbronn y anterior chef del mercado mexicano. Cada día durante tres añosLa tarea diaria que desarrolla el equipo internacional de cocineros, en las seis plantas de cocinas que el Centro de Excelencia ha dispuesto para ellos, consiste en "cocinar como lo hacían en sus países de origen. Aquí aprenden a utilizar los productos industriales en diferentes situaciones y cambiarlos de contexto. Al mismo tiempo mezclan todas la recetas que desarrollan con la opinión de nutricionistas y técnicos", apunta Wolfgang Eppler, R&D Group Leader de Knorr en Alemania. Después de una estancia de tres años, los chefs regresan a sus cocinas particulares para implantar los avances y encargarse de un mayor mercado del que dejaron.En total, los cocineros idean 2.000 recetas al año aunque sólo un 10 por ciento llega a las estanterías de los supermercados. No son los únicos que prueban en la factoría de Knorr en Heilbronn. En la planta de producción de las sopas deshidratadas, que funciona las 24 horas del día, hay un equipo de técnicos cuya labor diaria se reduce a probar sopas... durante toda su jornada laboral. En total, cien catas cada ocho horas. El Centro de Excelencia, donde trabajan 150 personas, recibe cada año el 1 por ciento de la facturación de Knorr para investigar productos y nuevos mercados. Para 2007 cuenta con más de dos millones de euros de presupuesto. Ahora trabajan en una decena de nuevos productos que saldrán al mercado español en septiembre. El grupo Unilever, que en 2006 facturó 867 millones de euros, debe el 6 por ciento de sus ingresos a Knorr, que está apostando por la nueva línea de caldos y cremas líquidas con nuevo envase, el doy pack. "Todas las sopas crecen, a excepción de las deshidratadas, que en España han perdido un 2 por ciento del mercado", reconoce Castell. Por eso, han invertido en España 10 millones de euros en publicidad y sampling de nuevos productos.