El economista y escritor Trias de Bes explicó los factores de fracaso a la hora de emprenderMADRID. El polifacético Fernando Trias de Bes -economista, escritor, consultor, gurú...- no defraudó en Expomanagement. Con un estilo fluido y chispeante ofreció a los presentes un breve recorrido por lo que puede entenderse como antiemprendedor. Por ejemplo, enumerando los motivos lamentables por los que muchas veces se emprende. A saber: "Estoy en el paro"; "odio a mi jefe"; "es que no me gusta madrugar"; "quiero hacerme rico"... Tampoco casa muy bien, según Trias de Bes, emprender con querer algo estable y seguro. De hecho, "el emprendedor es aquella persona a la que le gusta moverse en un entorno incierto pero que da sensación de seguridad a quienes trabajan con él". SalvoconductoSin embargo, él mismo reconoció que consideraba no tener madera de emprendedor cuando hace 11 años montó su negocio. Incluso su motivo era de los lamentables: "Quería irme de la multinacional en la que trabajaba, me aburría, no entendía el sentido de mi trabajo y además todos los que mandaban tenían por debajo de 44 años". Y es que existe un salvoconducto para quienes no les gusta especialmente la incertidumbre y el acto de emprender les aterra: el emprendedor tiene un extraordinario espíritu luchador. "Es mi caso, no me gusta perder ni cuando juego a las canicas, soy muy ambicioso".Emprender además se parece bastante a ese impulso irrefrenable que mueve a muchos artistas, escritores... A Paul Auster, contó, se le preguntó en cierta ocasión por qué escribía y él contestó: "Porque no tengo más remedio, porque no puedo hacer otra cosa". También es muy peligrosa, en su opinión, la idea. Ese concepto sobre el que descansa el proyecto de empresa. Para explicar esto habló de un tipo de antiemprendedor muy habitual: el gollum, quien considera sagrada su idea y no la comparte con nadie, por miedo a que se la roben. Nada menos útil: "La idea hay que compartirla, con cuantos más, mejor". Porque lo importante de una idea es su ejecución: "Existen ideas brillantes de implementación mediocre e ideas mediocres de implementación brillante". Y recordó el caso de Félix Tena, fundador de la cadena Imaginarium. "Cuando se le ocurrió la idea de especializarse en juguetes educativos en la era de los videojuegos y consolas, muchos le auguraron el fracaso", contó.Finalmente, tampoco un equilibrista es un emprendedor. "Hay que olvidarse de trabajo cómodo: emprender equivale a serlo las 24 horas del día. Sabes que te puedes tomar un día libre pero terminas no tomándotelo nunca". Palabra de Trias de Bes.