tokio. De los varios miles de muertos por karoshi, o muerte por exceso de trabajo, que se estima que se producen al año en Japón, el Gobierno nipón reconoce al menos 147 casos durante el pasado año, según el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de este país asiático.Pero además la presión laboral lleva a muchos japoneses a plantearse la posibilidad de dejar este mundo antes de tiempo. Según la agencia Kyodo, 66 personas se suicidaron o lo intentaron aduciendo cuestiones relacionados con la presión laboral o por trabajo por encima de su horario. Los sectores del transporte y de las telecomunicaciones concentran uno de cada cuatro casos.Pero el Gobierno japonés está dispuesto a poner remedio. Durante 2006, más de 350 empleados recibieron compensaciones de su Gobierno por haber sufrido problemas o enfermedades derivadas del exceso de trabajo, entre los que destacan casos de derrames cerebrales y ataques de corazón. Pero además cada vez son más: el pasado año 819 trabajadores pidieron al Estado compensaciones económicas por problemas mentales provocados en el ámbito laboral, cifra que supone un 25 por ciento más respecto a las mismas estadísticas correspondientes a 2005.