Gate es una de las cuatro únicas empresas en el mundo que trabaja con ondas milimétricasMADRID. Sólo cuatro empresas en el mundo se dedican a las ondas milimétricas. Dos son americanas, una es alemana y la cuarta en liza, española. Gate se fundó en el año 91 y a finales de 2005 empieza a desarrollar esta tecnología punta. "Compramos una spin off de la Universidad de Reading, en Londres: los equipos y patentes, y contratamos al equipo que las llevaba", cuenta su cofundador, Francisco Pérez-Villacastín.Estamos ante una empresa pequeña de capital cien por cien español de apenas 40 empleados -un 80 por ciento de titulados superiores- pero con una nómina de clientes que asusta: Ministerios de Defensa y de Interior, Fuerzas Armadas de Malta, Amper y Telefónica I+D, entre otras.Pero, ¿qué son? y, sobre todo, ¿qué aplicaciones tienen las ondas milimétricas? A diferencia de la visión en infrarrojos, que detecta básicamente calor, estas ondas nuevas, cuya longitud es mucho mayor (de ahí su denominación: se miden en milímetros y no en micras), no tienen en el sol o calor la fuente de luz, sino en la radiación de fondo del universo. Detectar armasUna de las más espectaculares propiedades de este tipo de ondas es que atraviesan todos los tejidos excepto la piel, que las refleja. Por lo que sirven para detectar armas metálicas. Pero no sólo eso: en realidad cualquier cosa que no sea ropa, cualquier tipo de material: plástico, cerámico, explosivos... "En definitiva, una posible sustitución de los arcos magnéticos que sólo detectan metales", afirma Pérez-Villacastín.Pero existen otras aplicaciones como, por ejemplo, la visión en condiciones de niebla y humo, algo desarrollado en su día por la Nasa.Algo que se puede aplicar no tanto en los aviones, que cuentan con sus propios sistemas de navegación, sino en los sistemas de control aéreo, que son los que no pueden controlar el tráfico cuando hay niebla, porque no ven los aviones. Para esta aplicación, Gate está desarrollando un prototipo para desarrollar equipos comerciales en breve. "Tanto el Ministerio de Defensa como Aena ya nos han dicho que están interesados".Y hay todavía una tercera aplicación de estas ondas: penetran milímetros en la piel. "Pensamos que para aplicaciones médicas, de detección de enfermedades en la piel puede tener mucho futuro", dice Pérez-Villacastín. De hecho, "una de las empresas de la competencia ha anunciado recientemente que abandona el resto de aplicaciones para centrarse en la investigación de esta área médica", añade. Gate, que no ha parado de aumentar su facturación los últimos años (prevén cerrar 2006 en 2 millones de euros), está "por tradición" volcada en el área de seguridad, pero no descartan la aplicación médica: "Necesitaríamos a un cliente interesado, como por ejemplo un hospital, para iniciar la investigación". Submarinos S70En defensa, sin embargo, sí son muy competitivos. De hecho en estos momentos pugnan por conseguir el contrato de Defensa para la fabricación de los periscopios de los cuatro submarinos S70 de segunda generación. "Somos una empresa de ingeniería, no de fabricación, pero queremos dar el salto para montar los periscopios de la Armada", señala Pérez-Villacastín.Y añade que las administraciones públicas deberían apostar más por las pymes: "Es bueno para el Ministerio de Defensa, en este caso, y es algo que tienen claro los norteamericanos, contratar directamente empresas de tecnología, aunque sean pequeñas. Porque no aportan mucho los intermediarios".La ventaja, y así las apunta el cofundador de Gate, es muy clara: "De esta forma, la información del cliente llega adecuadamente a la empresa final".