La ex modelo y estilista Carla Sousa organiza en la capital la feria Stock MarketMADRID. Es arriesgado hacer un diagnóstico sin tener la licenciatura de Medicina, pero cualquiera que tenga enfrente a Carla Sousa es capaz de detectar que su vida ha sido y es un ejemplo de hiperactividad. Empezó como modelo a los 17 años y desde entonces no ha parado: estilista, fotógrafa, periodista, y empresaria, que es la faceta que le ocupa en estos momentos. "Ser maniquí me decepcionó. No me gustaba que me dijeran lo que tenía que hacer y que yo no pudiera aportar nada", aclara. Pero asegura que de esa experiencia sacó la conclusión de que tenía que estudiar. Y eso hizo: estilismo, fotografía, escaparatismo y publicidad. Esa formación le puso los pies en la tierra. "Los padres que dejan que sus hijas desfilen a los 14 años están locos. A esa edad sólo tienes fantasía en la cabeza, y creen que ese mundo es un castillo y que va a venir el príncipe azul", cuenta. Pero tener los pies en la tierra no le impidió cumplir un sueño en 1993: ser empresaria. Inauguró una tienda en el centro de Lisboa en la que mezcló moda, música y decoración; cosas nuevas y de segunda mano que compraba en sus viajes por todo el mundo. Reconoce que la aceptación por parte del público lisboeta fue muy buena. "Les hizo sentir parte de una ciudad moderna y avanzada como Milán, París y Nueva York", dice. Pero ese sueño se agotó a los cinco años, cuando vendió el local a su proveedor de muebles de India y China. "Tuve una crisis por agotamiento, no podía seguir. Aunque me ayudó a saber lo que supone ser empresaria", aclara con ese afán de sacar lo positivo de cada una de sus experiencias. 'New York experience'Como la que vivió durante cuatro meses en Nueva York editando una guía de estilo. De esa experiencia americana reconoce que aprendió muchísimo, pero que fue demasiado duro. "La gente es muy simpática pero sólo si les interesas. Están obsesionados con el networking, su palabra mágica, para la que viven las 24 horas del día. ¡Pero si a las tres de la mañana te dan tarjetas!", cuenta mientras añade a continuación que todo el mundo debería tener su "New York experience". De vuelta a Lisboa, trabajó durante dos años en el gabinete de prensa internacional de Moda Lisboa y fue entonces cuando se le ocurrió la idea de Stock Market. "Estaba visitando a un diseñador portugués en su atelier y vi que aquello estaba lleno de cajas. Le pregunté por qué no lo vendía y me dijo que por falta de paciencia, que lo hiciera yo. Me fui a casa y estuve pensando toda la noche en el proyecto", cuenta. Y pensó que el objetivo de su empresa estaba claro: darle salida al stock de los diseñadores y acercar el producto a la gente a precios normales. Y no le ha ido nada mal. Lisboa y Oporto ya han celebrado la octava edición de Stock Market, una feria en la que durante un fin de semana se venden todo tipo de productos con la música relajante de un disck jockey de fondo y en la que Madrid es la siguiente parada el primer fin de semana de mayo. "Por las ciudades portuguesas han llegado a pasar hasta 20.000 personas, y ésa es una repercusión que no se tiene en un outlet convencional", dice. Más del 70 por ciento de la oferta la componen marcas de moda, aunque también se venden muebles, juegos de ordenador y hasta móviles. "Mi negocio es alquilar los stands", aclara.El precio del alquiler es de 150 euros el metro cuadrado, una cantidad que va bajando cuantos más metros se contraten. Nueve metros cuadrados son unos 1.350 euros, aunque Sousa aclara que hay descuentos para decoración y nuevos diseñadores. "Me gusta arriesgar", dice. ¿Alguien lo duda?s Más información sobre este tema en www.stockmarketshow.com