madrid. Aunque suene paradójico, Madrid, "donde el mar no se puede concebir" como decía la canción, ha logrado convertirse en capital del mercado náutico, ya que es aquí donde se concentran la mayor parte de los compradores. "El Mediterráneo es el Mare Nostrum de los madrileños", afirma Alfonso de Borbón, director del Salón Náutico de Madrid, que desde hoy y hasta el 18 de marzo ocupará los pabellones 6, 8 y 10 de Ifema.Hace unos años los deportes acuáticos en España iban poco más allá de las lanchas con pedales en las playas atestadas de gente en pleno mes de agosto, pero esto está cambiando. "Empezamos a jugar al tenis porque Santana ganó Wimbledon, después vino el golf gracias a Severiano Ballesteros, y lo mismo con la Fórmula 1 y Alonso. Ahora tenemos la Copa del América en Valencia, y esperamos que pase lo mismo con la náutica", explica el director del salón.Con un volumen de negocio anual de 2.000 millones de euros, el 30 por ciento de las ventas nacionales del sector salen precisamente del entorno madrileño. Con estas cifras sobre la mesa, es lógico que la organización del salón mire con optimismo al futuro: si el año pasado lo visitaron 34.000 personas, este año se calcula que se alcancen los 40.000. Oferta y demandaY si aumenta la demanda, tendrá que aumentar también la oferta: si el año pasado participaron 197 empresas, este año superarán las 200, que en total presentarán unas 450 embarcaciones. Además, aunque la mayoría de los expositores son nacionales, también está asegurada la presencia de astilleros extranjeros. Es el caso de la francesa Groupe Poncin Yatchs, que aprovechará el salón para presentar su catamarán Catana 50 y su velero Harmony 30 Elegance, de casi 12 metros de eslora. Otro de los protagonistas llega desde Inglaterra: el Targa 38, de la empresa Fairline, que fue elegido mejor yate del año por el jurado del concurso AMY.Por la parte española, algunos clásicos de la feria: Faeton, con siete nuevos modelos, como los Moraga 850 y 940; y Altair Yates, con el modelo estrella de la compañía, el Zafir 72, pensado especialmente para cruceros particulares. Si ya se está imaginando en la cubierta de uno de estos yates con Martini seco en mano, debe saber que quizás no sea un sueño imposible. Según Alfonso de Borbón, "es erróneo pensar que la náutica es para millonarios; el 98 por ciento de los modelos tienen entre 5 y 7 metros de eslora, con un coste de unos 18.000 euros. Son los turismos del mar".Entre las tendencias que se podrán ver en el salón, su director revela algunas novedades: "La moda también está en la náutica. Las últimas embarcaciones vuelven a los 70, a James Bond surcando los canales de Venecia. Eso sí, con una seguridad y una tecnología cada vez más desarrolladas".Y hablando de tecnología, durante estos días tendrá nombre propio: Galileo, el programa de radionavegación impulsado por la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea que en 2011 tendrá en funcionamiento 30 satélites, con los que se conformará la red de localización más precisa del mundo.Para que nos entendamos, una especie de mega gps con el que cualquiera que esté navegando, por recóndito que sea el lugar, podrá estar localizado y recibir información precisa de su posición vía satélite. Lo que se pretende además con este sistema es mejorar la calidad de los sistemas actuales de origen militar -el GPS estadounidense y el Glonass ruso-, que tienden a ofrecer una señalización más imprecisa.Otra de las novedades de esta edición será la presencia de maquinaria naval más respetuosa con el medio ambiente. Es el caso de los nuevos motores de la empresa Motores Ecológicos, pensados para reducir las emisiones de CO2.La compañía aplica placas solares y generadores eólicos al diseño de sistemas de propulsión menos contaminantes, además de intentar reducir el consumo de las embarcaciones dosminuyendo su peso, algo que se consigue con la utilización de materiales ligeros como el carbono y el cableado digital.Turismo náuticoOtra de las ofertas de la feria es la del turismo náutico, una actividad en alza. Se trata de compañías que alquilan su flota -con o sin tripulación- a todo aquel que le apetezca darse una vuelta por algún rincón perdido del Gran Azul: una semana en las Islas Vírgenes por 800 euros u ocho días por las Islas Granadinas con un tarifa de mil euros por persona son algunas de las ofertas que los visitantes se encontrarán en los stands de los pabellones del recinto ferial."Pero no todo es mar. En España tenemos una gran riqueza de aguas interiores que están por explotar. Es un mercado con muchas posibilidades", explica el director del salón. No es que sea Capri, pero también es una opción.