Dos amas de casa crearon Pink Ladies, que cuenta hoy con más de 5.000 sociaslondres. Se les conoce como los "taxis rosas" porque están pintados de este color y son vehículos exclusivos para mujeres, conducidos sólo por mujeres, en los que los únicos clientes son mujeres y niños de hasta 12 años. Empezaron a funcionar hace diez meses en Londres y se han convertido en un éxito en todo el Reino Unido, sobre todo entre las adolescentes.El servicio Pink Ladies -las señoras de rosa- fue creado como respuesta al alto índice de robos y violaciones a mujeres transportadas en taxi. Tan sólo en Londres diez mujeres son atacadas al mes al subir en taxis que carecen de licencia, especialmente de noche, pese a la fuerte campaña gubernamental impulsada durante los últimos años -incluidos impactantes anuncios televisivos de alerta-. Las principales víctimas eran muchachas adolescentes.Preocupadas por la seguridadLa idea fue de dos amas de casa, Andrea Winders y Tina Dutton, a raíz de su preocupación por la seguridad de sus hijas adolescentes cuando regresaban a casa el viernes o el sábado por la noche. Andrea y Tina se dieron cuenta de que su preocupación era compartida por otros maridos, padres y novios. Y decidieron poner en marcha el negocio en febrero del año pasado. Primero en la localidad de Warrington, en el noroeste de Inglaterra, y más tarde en Londres y Manchester. Ahora ya cuentan con más de 5.000 miembros y están vendiendo franquicias en el extranjero, la última en Dubai."Nos dimos cuenta, a través de un estudio, de que las mujeres se sienten más seguras en taxis en los que los conductores son mujeres, sobre todo si viajan solas y de noche", explica Tina. Excepto los mecánicos, en Pink Ladies todo el personal es femenino y recibe cursos de autodefensa, de primeros auxilios y de atención al cliente.Los taxis rosa ofrecen toda la seguridad que no brinda un taxi normal, aunque, como reconoce Tina, "la mayoría de los taxistas son fiables y seguros".Para utilizar los servicios de Pink Ladies antes debe asociarse al club. La inscripción cuesta 1 libra -un euro y medio- y es para siempre. Se puede hacer una reserva con una llamada o enviando un mensaje de texto en el que indique su número de asociada, la hora y el lugar donde quiere que la recojan y su destino. Todos los clientes tienen un crédito en su cuenta y, si no, pueden pagar con tarjeta. Eso sí, nunca se acepta metálico, en el taxi rosa no hay dinero.El cliente no tiene que esperar en la calle a que llegue la taxista, ya que dos minutos antes de llegar recibe dos llamadas perdidas. Comodidad y tecnologíaEl taxi puede localizar al cliente esté donde esté, aunque se encuentre en medio de la nada. Para ello, el coche, un Renault Kangoo, cuenta con los últimos avances tecnológicos, incluido un sistema de radar vía satélite que le permite estar localizable en todo momento. El interior tiene todas las comodidades, como asientos de piel y espejos para maquillarse. Los precios son similares a los de cualquier otro servicio de este tipo y los clientes en su mayoría son adolescentes que regresan a casa de noche los fines de semana. Una vez las deja en casa, la taxista espera en la puerta y se asegura de que su cliente haya entrado sana y salva en el portal.