MADRID. Los trabajadores españoles sufrieron durante el último año menos problemas de salud vinculados a su activida laboral que la media europea, según datos de Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea. Concretamente, en España, un 5,8 por ciento de los trabajadores padecieron algún tipo de dolencia relacionada directamente con su puesto de trabajo, mientras que la media europea se sitúa en el 8,6 por ciento. De los países que han formado parte del estudio -los miembros de la Unión Europea, a excepción de Francia, más Noruega y Croacia-, el que registra una tasa más alta de dolencias laborales es Finlandia, con un índice del 24,5 por ciento. Quienes menos sufren los efectos del trabajo en la salud son los trabajadores irlandeses, según se desprende de los datos aportados por Eurostat, que sitúa la tasa de incidencia para Irlanda en el 3,2 por ciento. Respecto a las dolencias más comunes, los dolores de espalda son el principal problema, ya que representan un 28 por ciento de los casos registrados a nivel global. Le siguen las molestias articulares, especialmente en el cuello, hombros, brazos y manos, con un 19 por ciento de casos. En tercer lugar se sitúan los síntomas derivados de las situaciones de estrés y presión laboral, como son la depresión o la ansiedad (14 por ciento). Achaques agrícolas Según los datos del Eurostat, en total fueron 20 millones de empleados quienes padecieron algún tipo de enfermedad derivada de su trabajo, aunque con una distribución distintas por edades y sectores de actividad. Así, por ejemplo, el grupo de edad entre los 15 y los 24 años es el que menos achaques tiene (3 por ciento), mientras que en el segmento de los 55 a 64 años esta cifra se eleva hasta el 12 por ciento. Por sectores, la mayoría de casos se da entre trabajadores del sector agrícola, minero y sanitario. El informe no sólo recoge dolencias labolares, sino también accidentes. En este sentido, en la UE hubo en el mismo período siete millones de víctimas de un accidente laboral. El informe advierte que el 41 por ciento de los empleados de la Unión Europea (81 millones) desempeña sus tareas expuestos a factores que pueden repercutir negativamente en su salud.