Se levanta a las 4.30 de la mañana, y al llegar al Hospital Mount Sinaí empieza la jornada reflexionando dos horas y media. Es Valentín Fuster, el mejor cardiólogo español y Premio Príncipe de Asturias. También es uno de los responsables de la Fundación pro CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares), en la que trece grandes empresas españolas aportan fondos para investigación: 266 millones de euros. Vino al IV Congreso de CEDE a hablar sobre la calidad de vida de los directivos.P ¿Puede considerarse 'vida' el ritmo de actividad que tiene un alto ejecutivo?R Depende de la calidad de vida que lleve, que no está relacionada con las horas de trabajo. Es importante tener actitud positiva, dedicar tiempo al ejercicio y cuidarse.P ¿Qué se entiende hoy por calidad de vida? R Como vivimos en un mundo de consumo, equivale a tener mucho dinero o el mejor coche, cuando es todo lo contrario: creer en la importancia de la salud física, en la reflexión, y ser positivo dentro de cada circunstancia personal. Las circunstancias personales no tienen que afectar a la salud.P ¿Cómo es un día en la vida de Valentín Fuster?R Me levanto a las 4:30 horas, llego a las 5:00 y hasta las 7:30 reflexiono sobre nuevos conceptos de trabajo. Luego, entre pacientes, investigación y tareas administrativas, estoy en el hospital hasta las 8:00 de la tarde. Y tres o cuatro días a la semana hago ejercicio físico.P Profesor en varias universidades, presidente del Comité Científico del CNIC, director del Instituto Cardiovascular del Mount Sinaí, ¿Cómo ha sabido llevar esta trayectoria con su vida privada?R Nunca busqué posiciones. Si han venido es porque han venido. Una de mis mayores satisfacciones en la vida es que nunca luché para obtener una posición de trabajo o profesional. Esto me ha dado mucha libertad.P ¿Alguna vez sintió que no podía con todo? R Me cuido mucho. Hago test de ejercicio, voy al médico y sigo mis propios consejos, pero nunca he pensado que sea invulnerable.P ¿Qué tendría que ocurrir para que volviera a España?R Vengo cada semana a Madrid por la Fundación CNIC.P ¿Cómo va, once meses después de crearse?R Es un sistema de investigación donde queremos descubrir a gente joven con alto potencial. Lo hago porque creo en España, aunque he tenido mucha suerte de aprender fuera aspectos que pueden ser de utilidad.P ¿Qué expectativas tiene de la Fundación?R Es un proyecto pionero de investigación al más alto nivel entre el Gobierno y la empresa privada. Lo más interesante es que puede forzar a otras instituciones a hacer lo mismo. Juntos podemos potenciar la investigación en España.P Insiste en la necesidad de comenzar la prevención enseñando a niños. ¿Por qué?R Son una ventana de oportunidad. Estoy aprendiendo mucho con Barrio Sésamo en Estados Unidos. Asesoro y doy consejo a los responsables del programa. Por ejemplo, el Monstruo de las Galletas ya sólo las come un día a la semana. Los demás días come tomates. P Y llegó a la Medicina un poco por casualidad…R Yo quería hacer Agricultura porque me gusta la naturaleza, pero entonces en Barcelona no se estudiaba Ingeniería Agrónoma. Por lo demás, mi familia tiene tradición médica. Lo único que me planteé fue ser de los mejores de la clase, porque mi padre me aconsejó que no entrara en la Facultad si no era de los primeros. De mil alumnos que empezaban la carrera en Barcelona, la terminaban 100.P ¿Cómo cree que le ven los directivos en Estados Unidos?R Creo que me respetan porque saben que les veo como a cualquier otra persona, sea rica o pobre; y con todos guardo distancia para no perder la perspectiva. Me conocen muy bien y saben cómo soy. Esto me ha ayudado a ser muy libre.