Los pagos sin contacto o contactless comenzaron a ser realidad en España en el año 2015. Desde entonces, poco a poco se han ido renovando tanto las tarjetas como los terminales de pago para ofrecer este nuevo método a todos los usuarios y hacer el proceso de pago más ágil y sencillo. Muestra de ello es que en este año 2020 un 67% de las tarjetas ya serán contactless. Precisamente en una situación como la actual provocada por la aparición del coronavirus, la utilidad y popularidad del pago contactless se ha incrementado, ya que de esta forma se evita el contacto y la posible propagación. Esto ha llevado a entidades emisoras de tarjetas como Mastercard a elevar el límite de pago en España a 50 euros en lugar de 20€ sin necesidad de introducir el PIN.Por parte de los consumidores, esta tecnología ha tenido una muy buena acogida. De hecho, Ingenico Enterprise Retail, división de Ingenico Group, ha llevado a cabo un estudio llamado 'Tendencias Emergentes en el punto de venta' que corrobora que los consumidores están satisfechos con el contactless: un 72% de los usuarios admiten que el pago sin contacto es fácil de usar y el 74% afirman que es más cómodo que otros métodos.Gracias al contactless el pago con tarjeta se está incorporando a servicios en los que el efectivo era la única forma de pagar. Estos suelen ser servicios en los que la rapidez es el factor clave, para no congestionar su funcionamiento, como es el caso del transporte público. Tras el metro de Milán o Londres, donde el pago contactless se introdujo en 2016 y en la actualidad ya se ha extendido a la mayor parte de la red de transportes, Madrid ha seguido sus pasos y, tras un periodo de prueba, ya se puede pagar con tarjeta en los autobuses urbanos de la ciudad.El vending es un sector que también está evolucionando gracias a esta tecnología, que impulsa la implementación de máquinas inteligentes con pago contactless.