Bajista, pero sin prisas

Situación de corto plazo:

Jornada un tanto indefinida, marcada por una cierta caída de la volatilidad - sobre todo porque nos perdimos una apertura terriblemente bajista en los futuros europeos a las 8 de la mañana de ayer lunes, así como también buena parte de su recuperación tras el cierre del contado - y un considerable retroceso del volumen de negocio. Más de lo mismo, porque nada ha cambiado en lo técnico, pero con ciertas evidencias de que los bajistas han hecho en muy pocos días una buena parte sino todo el trabajo que deberían haber desplegado en algunas semanas; dejando el corto plazo en una tierra de nadie sin perjuicio de que un Ibex 35 por debajo de los 13.500 tenga como objetivo mínimo el 11.500 por proyección de la pauta triangular expansiva que, con hueco, se confirmaba el pasado lunes.

En esta tierra de nadie, y eso es lo terrible, no existen prácticamente referencias intermedias que ayuden a ir acotando la dirección de los movimientos de precio; pues la volatilidad ha producido movimientos violentos en los que no se ha puesto de relieve casi zona alguna de interés técnico entre los 12.000 y los 13.500 puntos, que se dice pronto. Con todo, la apertura de un hueco bajista como el de ayer deja una islita en el gráfico diario y, por tanto, cierto control de los bajistas en los precios mientras éste no esté cerrado. Los bajistas podrían intentar, con esta referencia a salvo, llevar nuevamente al Ibex hacia los 12.300/12.500 puntos.

Situación tendencial:

Crónica de una muerte anunciada, la pérdida de los 13.500 puntos nos deja en tendencia bajista al menos en el medio plazo con un objetivo mínimo de caída por confirmación de triángulo expansivo en los 11.500 puntos. La zona 10.700/11.500 debería ser considerada un objetivo de caída razonable tras un alza que ha llevado al Ibex 35 desde los 5.000 a los 16.000 puntos en 5 años.