
Con 5 subondas de caída, incluso antes de la pérdida de los 1.370 puntos del S&P 500 hemos sugerido que el mercado podía estar agotándose en su descenso de corto plazo. Pero eso no tiene por qué corresponderse con un suelo de mercado relevante. La sobreventa hace casi injustificable la continuidad bajista salvo en un escenario de crash.
Puede por supuesto formarse un suelo, incluso aunque hayamos tenido impresionantes pautas bajistas en todos los índices. Incluso aunque el Nasdaq, a la espera también del cierre mensual, haya visto cómo caían directriz alcista y primer soporte horizontal en el gráfico semanal. También en la tecnología se habría cerrado, por tanto, el proceso alcista de finales de 2002 a finales de 2007. Pero sí, pese a ello puede formarse un suelo que estaría respaldado por el recuento de onda en rojo que le etiquetamos en el primero de los gráficos, es fácil tener un alternativo, en azul, de continuidad bajista. ¿Por cual deberíamos apostar?
La tendencia es la tendencia y sólo eso ya sirve como argumento para decir que el recuento bajista es más probable. No tenemos una sola marca de mínimos crecientes, cuanto menos de máximos. Tenemos un rebote, sí, un rebote que también tendría un gato muerto. Tenemos la ruptura de directriz alcista y primer soporte horizontal en gráfico semanal (en gráfico diario desde que en noviembre auguramos un importante techo relacionado con la vuelta de julio/agosto), y las formaciones distributivas que se han producido en la gran mayoría de grandes índices.
Tenemos una volatilidad creciente, unos bonos alcistas, una convergencia a bajista entre el Dow Jones Industrial y el Dow Jones Transportes, y un yen que, especialmente contra el dólar, sigue en un proceso que no favorece las tendencias alcistas en renta variable. Tenemos lo que teníamos en julio y en octubre, pero más que confirmado y en gráficos de tamaño mayor a la espera del cierre mensual. Y puestos a buscar excusas para no aceptar la realidad, luego podremos pedirle al mercado una confirmación cuatrimestral y, más adelante, anual.
¿Y qué pasó con la pasada semana?
¿Fue una demostración alcista? Mucho nos tememos que no. Fue una reacción a la sobreventa, favorecida por noticias de esas que no van a acompañar al mercado cada semana. Y pese a ello el S&P 500 cerró con ligerísimas ganancias tras una semana negra como la anterior, y el Nasdaq con ligeros descensos. Las velas desplegadas no invitan al optimismo. Por un lado, la particular naturaleza de algunos índices americanos parece haber dejado un martillo en el S&P 500. No es del todo cierto si consideramos que éste estaba en los mínimos de la semana 5 minutos más tarde, cuando todos los sectores del mercado habían abierto.
De hecho puede verse cómo la vela del Nasdaq es bien distinta -y más acorde con lo que en realidad sucedió-. Por otro lado, este tipo de velas pueden ser consolidativas. Esta vela se encuentra en una posición técnica muy distinta a la de agosto -bajo soporte en lugar de sobre él-.
En cuanto a la vela del mercado tecnológico, es un tipo de pauta semanal conocida como "on neck" que no necesita confirmación y es de continuidad bajista pese al bonito cuerpo real blanco de la misma. Es razonable pensar en una semana de pérdidas y en que difícilmente los alcistas podrán proponer que no hemos tenido cierre mensual bajo el famoso 1.470 puntos. Con todo, siempre les quedará la vela anual...