Fuentes del Ministerio de Salud argelino han elevado a 67 el número de muertos por el atentado perpetrado a primera hora de esta mañana en Argel, capital del país. Hasta ahora, las cifras que se manejaban eran de alrededor de 45 víctimas mortales y medio centenar de heridos, que se encontraban bajo atención médica. Aún se desconoce la autoría del ataque.
Las condenas al atentado se han sucedido desde que se conoció la noticia. La más reciente ha sido la de la Casa Blanca, que ha calificado a los responsables de "enemigos de la humanidad". "Condenamos este ataque a la oficina de Naciones Unidas por estos enemigos de la humanidad que atacan a los inocentes", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Gordon Johndroe. "Estados Unidos está con el pueblo de Argelia, así como con Naciones Unidas mientras lidian con esta violencia sin sentido", añadió.
Unas horas antes, el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, también expresaba su "consternación y solidaridad", así como su "más firme condena" a los atentados. El jefe del Ejecutivo también precisó que por el momento no se tiene constancia de que haya españoles entre las víctimas.
Las explosiones tuvieron lugar en dos barrios residenciales de la capital argelina con un intervalo de apenas diez minutos, sobre las 9:20 de la mañana (hora española). La primera de las bombas estalló al paso de un autobús escolar cerca de la sede del Tribunal Supremo, causando la muerte a más de 30 personas, mientras que el segundo ataque tuvo lugar frente a la sede del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). En este atentado murieron unas 15 personas, entre ellas miembros de la ONU.