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¿Nueva York hizo suelo el viernes? Es posible que hayamos asistido a la capitulación bajista
¿Y si el mercado estuviera haciendo un suelo? ¿Y si la caída del viernes pasado en EEUU -o la de ayer en Europa- fuera el mínimo de la corrección que comenzó en otoño? Estas preguntas, con la que está cayendo, parecen las iluas de algún gestor siemprealcista pillado hasta el cuello en sas esperanzla caída. Pero resulta que hay algunos elementos que dan credibilidad a ese escenario. Hoy por hoy no parece el más probable, pero es posible y hay que tenerlo en cuenta.
Uno de esos elementos es el sentimiento del mercado. Como saben los seguidores de Bolságora, éste ha estado empeorando continuamente a medida que el mercado se derrumbaba, hasta alcanzar lecturas de pesimismo extremo. Sin embargo, faltaba todavía un empeoramiento mayor de la situación para poder hablar de un suelo desde la perspectiva de la opinión contraria; los alcistas no habían tirado la toalla completamente, en lo que se conoce como capitulación bajista -cuando la desesperación provoca que los últimos alcistas vendan a cualquier precio- que suele señalar un suelo de mercado.
Como saben, la teoría de la opinión contraria sostiene que la mayoría suele equivocarse en el mercado: cuando todo el mundo es alcista, es señal de un techo del mercado (ese alto optimismo significa que todo el mundo ha comprado ya y no queda nadie más para seguir haciendo subir los precios, por eso se forma un techo); y viceversa, cuando todo el mundo es pesimista, suele indicar un suelo. Eso sí, los niveles de optimismo o pesimismo necesarios para que se produzca de verdad un suelo o un techo son relativos y varían en cada ocasión (el pesimismo, como la sobreventa, puede llegar a ser siempre más extremo antes de llegar al suelo).
Pues bien, el derrumbe de la semana pasada ha llevado al sentimiento a unas lecturas que, ahora sí, son propias de una capitulación y un próximo suelo del mercado. Por ejemplo, el indicador HSNSI (Hulbert Stock Newsletter Sentiment Index), que elabora el 'Hulbert Financial Digest' y que mide la exposición real al mercado de los newsletters de inversión, se encontraba en el -24,5% (es decir, exposición neta bajista del 24,5%) el 19 de junio, y este lunes alcanzaba un brutal -35,9%.
Ahora bien, el propio Mark Hulbert, el gestor de este índice, no está completamente seguro. Para tener la convicción de un suelo habría hecho falta un aumento del pesimismo todavía más violento en las últimas dos semanas. El aumento real parece demasiado ordenado si los alcistas realmente han tirado la toalla.
Motivos para el optimismo
En todo caso, la lectura actual del HSNSI es la más baja de la última década, por debajo incluso de la alcanzada en el último gran suelo del mercado: el final de la tendencia bajista 2000-2002. Y eso es un elemento indudablemente alcista. Otro dato para la esperanza es que el -29,4% alcanzado por este índice de sentimiento en los mínimos de marzo de Wall Street fue suficiente para provocar un rally de más de 1.000 puntos en el Dow Jones.
Los newsletters que siguen la opinión contraria se aferran a estas interpretaciones. Así, el famoso 'Investors Intelligence' es moderadamente alcista. En su último número recuerdan que "los suelos tardan tiempo en completarse"; es decir, no anuncia que hemos alcanzado el suelo pero cree que estamos en proceso de formarlo.
'Profitable Investing', de Richard Band, pronostica un rebote: después del cierre del viernes, escribió que "estamos en una fase muy dura para el mercado, y puede muy bien haber más trenos y relámpagos antes de que pase la tormenta. Pero un fuerte rebote se avecina". Por cierto, Band preveía a finales de marzo que el Dow alcanzaría los 16.000 puntos a finales de año o a principios de 2009.