Generales
Sesgo alcista 'light' de la Fed: Bernanke subirá tipos, pero ¿cuándo?
Bueno, pues ya tenemos encima de la mesa el comunicado de la Fed. Y de las dos opciones que les planteábamos ayer, la de un discurso duro u otro más ambiguo que permitiera a Bernanke ganar tiempo, la Fed no se decantó por ninguna, sino por una especie de intermedio. Cuarto y mitad de cada. El comunicado ha enfrenta al mercado -que espera movimientos en agosto- y a los economistas.
Algún economista lo llamaba anoche "sesgo alcista light", de lo cual cabe concluir que efectivamente habrá subidas de tipos, pero no se sabe cuándo se producirán.
Debate en los mercados
Y ahí asistimos a un interesantísimo debate entre el mensaje de los mercados y el de la mayoría de los economistas. Así, los primeros apuestan claramente por una subida de tipos a corto plazo, tan pronto como la reunión del 5 de agosto. Así hay que interpretar la caída de los bonos y la subida del dólar inmediatamente después del comunicado -aunque al cierre ambos movimientos se anularon- y, sobre todo, la enorme debilidad de Wall Street. No sólo ayer, sino desde hace un mes.
Por el contrario, los economistas mantienen que Bernanke va a quedarse quieto durante un tiempo hasta tener un panorama más claro de la realidad. Con una economía tan debilitada y una inflación provocada por causas externas y relacionadas con la oferta, no la demanda (la subida del petróleo y demás materias primas), la idea es que subir tipos puede ser un grave error que acabe provocando una recesión. Ya ocurrió en la estanflación de finales de los 70 y principios de los 80.
Es más, algunos economistas creen que la Fed no va a subir tipos en absoluto, ni ahora ni a fin de año, ni 25 ni 50 puntos básicos. Su tesis es que Bernanke quiere controlar la inflación con declaraciones y amenazas, sin tener que llegar a las manos. De ahí el endurecimiento del comunicado de ayer. De hecho, Greenspan utilizó muchas veces esta estrategia de amagar sin dar, y con buenos resultados. El problema es que Bernanke todavía está muy lejos de la autoridad que tenía el viejo Alan.
Cambios en el comunicado
Este endurecimiento del discurso se plasma en dos frases que cambian respecto a la reunión de abril. Por un lado, ahora la Fed dice que "espera que la inflación se modere a finales de este año y en el próximo", cuando antes databa esa moderación "en los próximos trimestres". Es más, el comunicado añade que "a la luz de las continuas subida de los precios de la energía y otras materias primas, y del elevado nivel de algunos indicadores de expectativas de inflación, la incertidumbre sobre el futuro de los precios se mantienen muy altas".
En segundo lugar, la Fed descarta el crecimiento como una preocupación principal: "Aunque los riesgos bajistas para el crecimiento se mantienen, parecen haber disminuido un tanto, y los riesgos alcistas para la inflación se han incrementado". Lo cual se completa con la confirmación de que "la actividad económica en su conjunto sigue expandiéndose, reflejando en parte cierto fortalecimiento del gasto de las familias". En abril decía que la actividad "seguía débil". Si la Fed se cree este escenario, es que va a subir los tipos en breve.
¿Qué va a pasar?
Entonces, ¿a qué carta nos quedamos? Salvo que la economía se hunda de verdad, es inevitable que los tipos suban este año. Los próximos datos de empleo e inflación serán determinantes para que la primera subida llegue en agosto, como esperan los mercados, o en septiembre (o incluso que se aplace a diciembre).
En todo caso, el comunicado de anoche no hace sino añadir más confusión al complicadísimo escenario actual de los mercados. Y eso no es precisamente alentador con unas bolsas jugando con fuego en soportes críticos. Los que confiaban en el rescate de Bernanke han visto como el mercado se quedaba sin otro cartucho. Y cada vez le quedan menos.