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Gasol a los Lakers: cambia de equipo pero no mejora su sueldo
Esto se debe a los topes salariales que impone la NBA a sus franquicias para favorecer la competitividad y evitar que haya grandes diferencias entre los equipos como ocurre en otras competiciones como puede ser la Liga Española de fútbol donde equipos como Real Madrid y Barcelona tienen presupuestos muy superiores a la de la mayoría de equipos.
El sueldo de Gasol se ha visto incrementado de forma considerable desde que iniaciase su aventura en la NBA. El pívot catalán, que acabó en tercera posición del draft de 2001, recibió con los Grizzlies más de 2 millones y medio de dólares por cada una de sus tres primeras temporadas. En los siguientes años Gasol fue mejorando sus estadísticas, hasta que en 2004 amplió su relación con los Grizzlies, y firmó su contrato actual, valorado en 70 millones de dólares hasta 2011 y que le convertía en el jugador estrella de su equipo.
Un modelo diferente
La diferencia entre la NBA y otros deportes se encuentra en que el límite de dinero que los equipos tienen permitido pagar a sus jugadores varía cada año y es calculado con respecto a las ganancias que la liga tuvo en la temporada anterior, pero siempre intentando mantener la premisa de igualdad y así las posibilidades de todos los equipos. Esto es algo impensable, por ejemplo, en la Liga española de fútbol, en la que clubes del potencial económico de Real Madrid y Barcelona cuentan con ventaja respecto al resto de equipos, que tienen un presupuesto mucho más reducido.
Este formato trata de evitar el dominio de un mismo equipo durante varios años, algo que no ha terminado de conseguirse, puesto que cuando un equipo reúne en su plantilla a varios jugadores de primer nivel, hace lo posible por mantenerlos en sus filas. Hasta 1984, año en que se estableció este límite salarial, los equipos podían gastar la cantidad que deseasen en los salarios de sus jugadores, y como consecuencia encontramos que un mismo equipo, Boston Celtics, llegó a conquistar hasta ocho títulos consecutivos (1959-1966).
El tope salarial de la liga americana la pasada temporada era aproximadamente de 53 millones de dólares por equipo, mientras que para la campaña actual se ha incrementado en dos hasta situarse en 55 millones. A pesar de esta norma, la NBA incluye diferentes excepciones que permiten que los equipos superen este límite salarial para contratar jugadores. Por ejemplo, la 'excepción del salario medio' le otorga permiso a un equipo para contratar a un jugador por una cantidad igual a la media de salarios de la NBA, incluso aunque el equipo esté por encima del límite salarial o si esta contratación lo coloca por encima del límite.
El draft que cambió la historia
La NBA está compuesta por 30 equipos y para muchos de ellos, un mal año puede tener su salvación en el draft, que se celebra a finales de temporada. El draft es una especie de lotería, en la que se decide el futuro de los mejores jugadores universitarios de EE.UU y las jóvenes estrellas del baloncesto mundial. Para determinar el orden de elección, se hace un sorteo entre los 14 equipos que no han alcanzado los playoffs el año anterior. Los que sí alcanzaron los playoffs se ordenan segun su posición en la liga regular, siendo el equipo con mejor record de victorias-derrotas el último en elegir. La picaresca tiene aquí su cabida, ya que los equipos sin opciones de clasificarse para las rondas finales pueden tratar de empeorar su clasificación con la finalidad de conseguir una elección más alta en el draft.
En este sorteo, los ejecutivos de los equipos deben hilar muy fino a la hora de elegir a uno u otro jugador, porque de su decisión puede depender el futuro de su franquicia. Como paradoja encontramos como el número del draft de 2001, Kwame Brown, ha formado parte del traspaso de Gasol, que fue número 3 de aquella promoción. Sin embargo, Brown, que se marcha a Memphis, finaliza contrato en junio y tendrá problemas para conseguir equipo el próximo año.
Pero si hubo un draft que cambió no un año, sino la historia reciente de la NBA, fue el de 1984, en el que salió elegido como número uno el pívot Hakeem Olajuwon, uno de los mejores jugadores de la historia, por Houston Rockets. Portland Trail Blazers tenía la segunda elección en sus manos, y optaron por firmar a Sam Bowie, cuya carrera fue muy discreta, en lugar de Michael Jordan, que se marchó a Chicago Bulls con el número tres, y que se convertiría en el mayor icono del deporte mundial, incluso después de haberse retirado definitivamente en 2003.