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Con el cambio climático: un futuro con más sol y peor piel

    <i>Foto:Getty</i>


    La modificación de los hábitats y de las condiciones de humedad, temperatura y exposición a luz solar que provocará el cambio climático afectará directamente a la piel, según se adelantó en el Congreso Mundial de Dermatología celebrado a finales de año en Buenos Aires.

    Al hilo de esta noticia, la firma Isdín junto a ANIS (Asociación Nacional de Informadores de Salud) aportaron sus conclusiones en el seminario Cuestión de piel. Cáncer de piel, piel seca, dermatosis de baja humedad, arrugas y alergias son algunos de los riesgos a los que nos enfrentamos.

    Aumento de radiación ultravioleta

    El cambio climático es inequívoco y evidente, sobre todo a partir de las últimas observaciones: once de los últimos años (1995-2006) están entre los doce más cálidos desde que se hacen medidas (1850). La tendencia en cien años (1906-2005) es de 0,74ºC, y en los últimos cincuenta es de 0,13ºC por década.

    Una de las principales causas, como bien es sabido, es el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero, explica el doctor Jerónimo Lorente, director del departamento de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Barcelona. Y esa alteración afecta a todas las variables que influyen en la radiación solar UV que alcanza el suelo.

    La tendencia es que vaya disminuyendo la capa de ozono, que es la que filtra la radiación solar, aumentando la radiación ultravioleta. La relación es la siguiente, por cada uno por ciento de disminución de ozono, aumenta la radiación ultravioleta un 1,5, y en consecuencia un 3 por ciento el cáncer de piel. Para hacernos una idea, actualmente un americano muere cada hora por un melanoma, el tumor cutáneo que más muertes ocasiona.

    De este aumento, España tampoco se libra. Aquí la incidencia de esta enfermedad se sitúa entre el 3 y el 8 por ciento por cada mil habitantes, el carcinoma de epidermis afecta a entre 16 y 26 personas de cada 100.000, y el basocelular a entre 70 y 108, según los datos del proyecto INCACES (Incidencia de Cáncer de Piel en España).

    Causas principales

    Las causas principales, según el doctor Amaro García, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital de La Princesa de Madrid, son el aumento de la exposición solar, las cabinas de bronceados y el descenso de la capa de ozono. "Hace 20 años, una persona en la playa se quemaba en 6-8 horas de exposición, pero hoy lo hace sólo en 1-2 horas. Además, la radiación solar también causa alteraciones de la inmunidad, reactivando virus como el herpes simple o el papilomarivus".

    La humedad

    De igual manera, el descenso de la humedad en el ambiente, provocada por el aumento de temperatura, hará que aparezcan más casos de piel sensible. Está comprobado que el calor favorece la aparición de estos problemas. Alrededor del 60 por ciento de las mujeres y el 40 por ciento de los hombres tienen ya piel sensible.

    También se incrementará entre un 35 y un 60 por ciento en 2085 la proporción de población expuesta. Crecerán los casos de xerosis, que hacen que la piel se empiece a romper, de dermatitis de baja humedad y de piel seca y eritematosas en zonas descubiertas, que suele darse en personas que trabajan en lugares cerrados y secos, como archivos, bibliotecas, fábricas y aviones.

    Sin olvidarnos de las famosas arrugas

    Un estudio ha revelado, con 20 voluntarios, que las arrugas finas con alta humedad son menos visibles, mientras que en sólo 30 minutos de estar expuestos a un ambiente seco éstas aumentan significativamente. En España, habrá que extremar el cuidado en las regiones del interior, debido a la elevada sequedad del ambiente.

    Y, ¿qué podemos hacer ante este problema, además de esperar a que las autoridades lleven a cabo el famoso protocolo de Montreal? El consejo es mantener nuestra piel hidratada; protegerse del sol con sombreros, gafas y filtros solares, además de evitar el sol del mediodía; y controlar la humedad en el ambiente en el trabajo.