
El partido entre el Real Madrid y el Manchester City no fue un duelo marcado especialmente por la polémica arbitral hasta que el choque enfiló los últimos minutos, cuando dos acciones generaron especial controversia.
La primera llegó en el minuto 82, cuando, en uno de los últimos ataques del Manchester City, Lucas Vázquez se tiró al suelo, midió mal los tiempos, y acabó clavando los tacos directamente en el tobillo de Sterling.El árbitro, el esloveno Skomina señaló falta y mostró amarilla al canterano blanco, si bien podría haberle mostrado la roja por lo duro de la acción. El bajo listón que usó el trencilla durante todo el partido (sólo mostró tres amarillas más) le libró de un mayor castigo.
Otra acción pasó más desapercibida y llegó en el minuto 90, cuando Sergio Ramos despejó con la mano un balón en el que Keylor Navas acabó lesionado precisamente por chocar con Ramos.
El balón colgado al área provocó la salida del portero para despejar. Ramos aprovechó la confusión para, tal y como mostró la repetición, sacar el brazo y también despejar. En directo apenas se vio y no fue hasta que se repitió a cámara lenta cuando se apreció que, efectivamente, el capitán tocó la bola con su extremidad. En caso de haberlo visto, Skomina debería haber señalado una pena máxima que podría haber apeado al Real Madrid de Europa y de la final de Milán en el minuto 90.