El Real Madrid ha vivido un pequeño terremoto a raíz de la lesión de Cristiano Ronaldo. La ausencia de un jugador de la entidad del portugués es importante, y más dadas las alturas de la temporada. Pero el verdadero problema ha sido interno. En Valdebebas hay ruido de sables por la situación del '7'.
Relata El País que en las diferentes instancias del Real Madrid se trata de encontrar culpables para lo ocurrido a Cristiano, sin éxito. Desde el departamento médico del equipo, se apunta a los preparadores físicos y también al equipo técnico. Por su parte, el entrenador y su equipo apuntan al staff del doctor Olmo.
La situación recuerda a la que se vivió en el club hace tres meses con la recaída de Gareth Bale. En esa ocasión, el descontento con los métodos del equipo de Olmo fue claro, especialmente con las ya célebres carreras cobre arena que incluso rompieron más la herida en el músculo del galés.
El telón de fondo, como siempre que se analiza algo médico en el Real Madrid, es el pulso que mantienen jugadores y staff. El año pasado, solo la autoridad de Florentino Pérez evitó que la plantilla se llevase por delante al doctor Olmo y su equipo. El galeno continúa, al igual que la plaga de lesiones.
El optimismo que desprende Zidane en sus ruedas de prensa (al igual que antes del duelo contra el Manchester City) se aleja mucho de la prudencia que hay en el club, que en el momento de la recaída no tenía nada claro que el '7' pudiese jugar en el vital partido de vuelta. Todo indica que, en caso de jugar, lo hará forzando.
Mientras tanto, los 'dardos' entre las parte simplicadas no dejan de lanzarse y el afectado sigue desesperado porque teme verse en las mismas de 2014: forzando para llegar a los encuentros importantes del año y arriesgando la presencia en un torneo continental con su selección.
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